El fundamento del amor: la influencia parental en la formación emocion
Los niños, en sus primeros años, aman a sus padres porque su corazón aprende primero a amar a quienes los rodean desde el inicio con cuidado y atención, y el amor se expande gradualmente hacia personas más distantes. Los padres son las primeras personas que le brindan al niño un sentimiento de seguridad y calidez, y es en esa atmósfera donde se forma la noción inicial del amor. Como se dice en una de las fuentes:"En realidad, el corazón aprende a amar solo expandiendo gradualmente su círculo de seres queridos, comenzando por los más cercanos y terminando con aquellos distantes, extraños, ajenos. Por ello, el curso natural de la expansión del amor es aproximadamente el siguiente: primero, el amor hacia los padres; luego, hacia los hermanos; y después, hacia otros familiares, amigos, conocidos, conciudadanos, miembros de la misma comunidad y, finalmente, como el colofón de todo, hacia la humanidad entera. Es difícil evitar la necesidad de pasar por todas estas etapas de manera sucesiva, y, al parecer, quien no sabe amar a sus semejantes nunca podrá amar al mundo entero y a todas las personas, sin importar lo fervientemente que hable de ello." (fuente: enlace txt)Esta cita enfatiza que el proceso de formación del amor comienza con las personas más cercanas: los padres. Al inicio, el niño percibe el mundo a través de la lente de la cercanía emocional y la confianza, que se generan justamente en el seno familiar. Asimismo, la educación tiene un papel crucial: a los niños se les enseña desde temprana edad que el amor no solo implica recibir atención y cuidado, sino también corresponder con responsabilidad mutua. Como se señala en uno de los materiales:"Es necesario enseñar a los niños a amar a sus padres y cuidarlos desde la más temprana edad." (fuente: enlace txt)Así, el apego a los padres se debe al proceso natural de formación del ámbito emocional del niño, así como al hecho de que es en la familia donde se reciben amor, seguridad y los primeros lazos emocionales. Estos primeros objetos de amor y confianza constituyen la base para la posterior expansión del círculo de seres queridos a medida que el niño crece.