Mi primera experiencia de encuentro con Dios resultó ser algo que transformó mi percepción del mundo: fue un momento de profundo despertar interior, cuando toda mi vida se llenó de una claridad y seguridad inefables.

Renacimiento Interior: El Encuentro con lo Divino

Mi primera experiencia de encuentro con Dios resultó ser algo que transformó mi percepción del mundo: fue un momento de profundo despertar interior, cuando toda mi vida se llenó de una claridad y seguridad inefables. Como se menciona en una de las fuentes, según San Macario, existe justamente ese instante en el que "la experiencia aún está en ti y cuando la autoconciencia regresa a ti: ese momento, dice Macario, es el inicio de la fe. La confianza está completamente presente, con tal claridad que no queda lugar para ninguna duda" (fuente: enlace txt). Esta experiencia para mí no fue simplemente un evento formal, sino un cambio radical en mi mundo interior, cuando las palabras y enseñanzas anteriores se mostraron insuficientes para describir lo ocurrido.

Otra fuente enfatiza que el mero hecho del encuentro con Dios trasciende el lenguaje ordinario: "La fe, es decir, la experiencia del encuentro con Dios, es inefable. No se puede transmitir lo sucedido; en el lenguaje humano solo se puede expresar aquello que es accesible al lenguaje, a nuestra percepción. Les contaré francamente…" (fuente: enlace txt). Esto confirma que el primer encuentro con la presencia divina para mí no se redujo a palabras o imágenes concretas, sino que se vivió en un nivel de profundo significado interior, el cual se convirtió en el punto de partida para todo mi camino espiritual.

Así, la primera experiencia de encuentro con Dios se transformó en el momento en que mi autoconciencia "regresó" a mí con una nueva fuerza, llenando mi vida con el reconocimiento del verdadero significado del ser. Esta experiencia abrió ante mí el camino de la fe, que, a pesar de su inefabilidad, se convirtió en el fundamento para el posterior crecimiento espiritual y un entendimiento profundo de la vida.

Supporting citation(s):
"Pero, según la palabra de San Macario, Dios no sólo se ocupa de quienes son capaces de tal percepción, sino también de aquellos que aún no lo son. Y Él se retira, como el mar se aleja en marea baja, y deja a quien estaba completamente inmerso en la experiencia, casi como si estuviera en la orilla. Hay un momento en que la experiencia aún está en ti y cuando la autoconciencia regresa a ti: ese momento, dice Macario, es el inicio de la fe. La confianza está presente en su totalidad, con una claridad tal que no deja lugar a la menor duda." (fuente: enlace txt)

"Pero hay aquí un momento que me parece muy importante. La fe, es decir, la experiencia del encuentro con Dios, es inefable. No es posible transmitir lo que ocurrió; en el lenguaje humano solo se puede expresar lo que está al alcance del mismo, de nuestra percepción. Les contaré con franqueza, aunque quizás de manera inoportuna, lo que me sucedió, y luego abordaré el tema de cómo la fe puede expresarse. Nací antes de la Primera Guerra Mundial. Mi experiencia de vida abarca todos los trágicos años de la existencia en Rusia y la emigración al extranjero. Las circunstancias eran tales que no había oído ninguna enseñanza eclesiástica ni siquiera idénticamente cristiana." (fuente: enlace txt)