Unidad Divina: Fe y Sometimiento
En el Islam, la pronunciación de «la ilaha illallah» representa no solo una afirmación verbal, sino la base de la fe, que confirma la unidad absoluta y la supremacía de Alá. Esta declaración encarna el principio de que el mundo entero, cada acción y cada detalle de la vida, ocurren por la voluntad y bajo el dominio del Único Creador. Tal como se menciona en una de las fuentes:"Los musulmanes entienden esto como si Él renovara la creación del mundo a cada instante, y cuando dicen que Dios es el único Creador, implican que Él es el creador no solo del universo, sino de cada acción del ser humano y del animal que lo habita: 'Dios los creó a ustedes y lo que hacen' (Corán 37.96). Para los musulmanes, la perfecta unicidad se expresa en la primera parte de la confesión de fe (tashahhud): 'No hay dios excepto Alá'. La pronunciación sincera y segura de estas palabras, en su opinión, garantiza la salvación de la persona" (fuente: enlace txt).Dicha pronunciación se convierte en el punto de partida para establecer toda la actitud ante la vida, puesto que la fe en la unicidad de Alá está inseparablemente ligada a la idea de sometimiento total e incondicional a Su voluntad. Además, otra fuente señala que los fundamentos de la religión islámica consisten precisamente en este sometimiento incondicional:"Los fundamentos de la fe islámica son simples. Ante todo, se reducen a la sumisión incondicional a Dios, lo cual se expresa en la propia palabra 'islam' (devoción o sometimiento). El ser humano, creación de Dios, permanece bajo la total potestad de Dios" (fuente: enlace txt).Así, la pronunciación de «la ilaha illallah» no solo proclama la fe absoluta en la unidad y el poder creador de Alá, sino que también sirve como fundamento para el sometimiento, ya que el verdadero musulmán, al reconocer este hecho, acepta que su vida está completamente gobernada por la voluntad de Dios. Esta relación entre fe y sometimiento resalta que el reconocimiento de la unicidad de Alá obliga de manera directa a la persona a someterse y cumplir con los preceptos derivados de esta fe.