El sueño en el contexto de la experiencia espiritual se percibe no como un mero proceso fisiológico, sino como un reflejo de la incesante vida del alma, en el cual la consciencia se transforma en otras formas de visión interior y sensación.

La Continuidad Espiritual en el Sueño

El sueño en el contexto de la experiencia espiritual se percibe no como un mero proceso fisiológico, sino como un reflejo de la incesante vida del alma, en el cual la consciencia se transforma en otras formas de visión interior y sensación. Esta experiencia demuestra que, incluso en estado de sueño, la persona sigue sintiendo y observando imágenes que manifiestan la profunda actividad interna del espíritu.

Así, como se señala en una de las fuentes, "Lo que demuestra que la vida del alma nunca cesa es la evidencia en los sueños. Cabe notar que durante el sueño no hay momento en el que la persona no haya visto alguna imagen a través de la mirada interior o no haya experimentado determinadas sensaciones mentales. Quien desee comprobarlo, que se proponga captar con la mente el final del sueño en el mismo instante en que éste concluye" (fuente: enlace txt). Este testimonio subraya que, aun cuando nuestra consciencia habitual se desvanece, el alma permanece activa, continuando con la transmisión de imágenes y manifestaciones del pensamiento, lo cual evidencia un diálogo interno eterno.

Además, uno de los textos describe una experiencia relacionada con la transición hacia otro estado del ser: "Todo lo que concierne a la vida interior es difícil de expresar con palabras. Por eso, es complicado describir la experiencia de la que preguntas. En esa experiencia sientes la vida de una manera totalmente nueva, como si te sumergieras en ella por completo, y esto te revelará que su esencia es completamente diferente de la materia. Se te manifestará la acción continua de fuerzas, de un tipo desconocido para ti, que no guardan relación alguna con aquellas fuerzas que actúan en el mundo material" (fuente: enlace txt). Aquí se enfatiza que, ya sea en el sueño o en un estado alterado similar, la persona experimenta una intensa sensación de unión con fuerzas desconocidas, abriéndole ante un mundo distinto en el que lo material cede ante profundos sentimientos espirituales.

De esta manera, el sueño en la experiencia espiritual actúa como una confirmación de la continuidad de la vida del alma, donde desaparecen las fronteras del consciente habitual y emergen nuevas y sutiles sensaciones e imágenes que permiten discernir la diferencia esencial entre una materialidad superficial y una realidad espiritual profunda.

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"Lo que demuestra que la vida del alma nunca cesa es la evidencia en los sueños. Cabe notar que durante el sueño no hay momento en el que la persona no haya visto alguna imagen a través de la mirada interior o no haya experimentado determinadas sensaciones mentales. Quien desee comprobarlo, que se proponga captar con la mente el final del sueño en el mismo instante en que éste concluye" (fuente: enlace txt)

"Todo lo que concierne a la vida interior es difícil de expresar con palabras. Por eso, es complicado describir la experiencia de la que preguntas. En esa experiencia sientes la vida de una manera totalmente nueva, como si te sumergieras en ella por completo, y esto te revelará que su esencia es completamente diferente de la materia. Se te manifestará la acción continua de fuerzas, de un tipo desconocido para ti, que no guardan relación alguna con aquellas fuerzas que actúan en el mundo material" (fuente: enlace txt)