El Propósito Divino de la Existencia
De acuerdo con la interpretación expresada en una de las fuentes citadas, Alá creó al ser humano no para existir por casualidad ni por algún fin externo, sino porque el ser humano debe servir a su Creador, quien lo creó de la nada. Es decir, el universo y todas sus creaciones tienen un propósito consciente, y la creación del hombre para adorar a Alá es un deber natural que refleja una profunda gratitud por el don de la vida. Este requerimiento encierra la idea de que la humanidad fue creada con el objetivo de responder al amor y la sabiduría divina que se ha manifestado en toda la creación.Citas de apoyo:«Y en verdad, el Señor creó al hombre para que el hombre le sirviera. Nosotros no nos inventamos a nosotros mismos, ni nuestros padres nos idearon. Los padres son solo instrumentos para que aparezcamos en el mundo, pero en realidad fue Dios quien de manera tan sabia lo dispuso; Él nos creó el alma de la nada. Por ello, sería natural que el hombre de alguna manera le agradeciera a Dios por ello.» (fuente: enlace txt)«Así pues, si el hombre fue creado no sin causa ni en vano —pues nada de lo creado por Dios es en vano, en cuanto a la intención del Creador— y no para beneficio del mismo Creador o de cualquier otro de los seres creados por Dios; entonces es evidente que, si se mira la causa primera y general de todas las cosas, Dios creó al hombre para sí mismo, por bondad y sabiduría contempladas en todas las creaciones...» (fuente: enlace txt)Por lo tanto, el sentido del requerimiento de adoración reside en que, a través del servicio al Creador, el ser humano comprende su verdadera naturaleza, asume la responsabilidad de su existencia y manifiesta un profundo agradecimiento por el don de la vida que ha recibido.