El Legado del Principio Femenino
Considerando el escenario desde la perspectiva del razonamiento presentado en una de las fuentes, se puede afirmar que sin el principio femenino, el método de reproducción y la difusión de las almas humanas habría cambiado de manera fundamental. En una cita extraída de enlace txt se indica que, originalmente, al hombre se le concedió la capacidad de crecer y multiplicarse incluso antes de la introducción de la distinción entre lo masculino y lo femenino, y es precisamente tras el establecimiento de esta dicotomía que aparece el mandato: "Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra". El autor señala que, si antes de implementar la distinción ya se hubiera otorgado esa capacidad al hombre, entonces no habría sido necesario ese "nacimiento, tal como nacen los inefables". Dicho de otro modo, la introducción del principio femenino fue predestinada para proporcionar un tipo especial de nacimiento y, en consecuencia, para completar la existencia humana a través de un nacimiento natural, aunque sujeto a ciertas limitaciones.
Así, se puede concluir que, si Dios no nos hubiese otorgado a las mujeres, el mecanismo del nacimiento y, por ende, el número y desarrollo de las almas humanas, probablemente habrían seguido un camino distinto – posiblemente menos efectivo o no en completa consonancia con el desarrollo previsto. Esto podría haber obstaculizado la acumulación y difusión de la plenitud humana, haciendo a la humanidad menos capaz de cumplir con su destino en la Tierra.
Citas de apoyo:
"Y puesto que Él entendió en nuestra creación la tendencia hacia lo peor... de modo que si antes de la introducción de la diferencia entre lo masculino y lo femenino, para la naturaleza, con esas mismas palabras otorgase al hombre la capacidad de crecer, entonces no habríamos necesitado el mismo tipo de nacimiento, tal como nacen los inefables..." (fuente: enlace txt)