Despertar Divino: El Encuentro Transformador con la Gracia
La primera experiencia en la que se siente que Dios ha tocado el corazón se describe como un despertar repentino, casi violento, lleno al mismo tiempo de inquietud y entusiasmo. La persona se halla en un estado de profunda transformación interior: su alma se llena de una luz clara e indescriptible que literalmente penetra cada partícula de su ser, infundiéndole alegría y la conciencia de la eternidad. Esta experiencia suele ir acompañada de una sensación de completo desapego del mundo ordinario, en el que lo material se vuelve secundario al resplandor de una bondad incomprensible y la misteriosa presencia del Espíritu.Así, una de las descripciones relata cómo todo cambia en un instante: la persona se enfrenta a un hecho que conmociona hasta lo más profundo del alma. Él dice: "En ese instante, un haz sutil, que era ya sea una luz invisible o un sonido inaudible, trajo el nombre – Dios. Esto aún no era ni iluminación ni renacimiento, sino solamente el anuncio de una posible luz. Pero en ese anuncio se depositaba la esperanza y, al mismo tiempo, un súbito y tumultuoso conocimiento de que o bien era la perdición o, con ese nombre y ningún otro, la salvación. ... y, sin saber muy bien por qué, pero resumiendo todo lo vivido, exclamó a toda la habitación: «¡No, no se puede vivir sin Dios!»" (fuente: enlace txt).Otro pasaje subraya que, al primer contacto con la gracia luminosa, la esencia del conocimiento revelado se vuelve internamente clara, sin necesidad de explicaciones racionales. El alma se maravilla y se impregna de la presencia del Espíritu, y cuando esa Luz se retira, en su interior queda una conmoción y el anhelo de una unión aún más profunda e inquebrantable con Dios: "Desde el primer toque de la gracia luminosa, el contenido esencial del conocimiento revelado se vuelve internamente claro; en el alma no hay necesidad de expresar lo experimentado en términos racionales: se maravilla ante la bondad de Dios y se llena completamente de la presencia del Espíritu Divino en ella. Pero cuando esa Luz se retira del alma, entonces su suave entusiasmo se transforma en melancolía, y naturalmente surge el deseo de una unión más perfecta, es decir, inquebrantable e inseparable con el amado Dios." (fuente: enlace txt).Estas experiencias tienen un impacto poderoso en la vida espiritual. Se convierten en el punto de partida para una nueva etapa: la persona comienza a percibir su vida a través del prisma de la presencia y la gracia divina, y su existencia espiritual adquiere un profundo sentido y dirección. La transformación interior le abre un ámbito en el que reinan la verdad absoluta y la eternidad, lo que inevitablemente conduce a un mayor crecimiento espiritual y al anhelo de vivir de acuerdo con este nuevo y supremo principio.