El principio de la retribución
El principio moral fundamental en el que se basa la prohibición de "cavar una fosa para otro" radica en la idea de que la maldad y las acciones dañinas finalmente se revierten contra quien las inicia: es decir, quien hiere a otro, al final termina siendo su propia víctima. Este principio implica justicia y respeto mutuo, sobre los cuales la sociedad forma normas que prohíben comportamientos ruin, engaños y calumnias. Tales postulados morales contribuyen a mantener relaciones armoniosas en la comunidad y garantizan que los intentos deliberados de dañar a otra persona no queden sin respuesta.En apoyo de esta idea se pueden citar las siguientes citas:"Un vecino, en desesperación, derribó la valla y abrió el camino a la fuente para la gente. Ahí lo tenemos: ¡quien cava una fosa para otro, caerá en ella!" (fuente: enlace txt)"Y aquí una advertencia, basada en la experiencia de la vida: 'No caves una fosa para otro, pues caerás en ella tú mismo'. El pueblo ruso conoce bien la justicia de este proverbio. Los delatores hacia sus prójimos y los calumniadores a menudo caen en la fosa en la que intentan atrapar a su hermano..." (fuente: enlace txt)Así, según se indica en los materiales, la prohibición de "cavar una fosa para otro" refleja el principio según el cual los intentos de dañar a los demás conducen inevitablemente a consecuencias perjudiciales para el propio agresor. Este postulado moral se ha arraigado profundamente en las normas sociales, sirviendo no solo como una advertencia, sino también como fundamento para el establecimiento de un código ético que ayuda a regular el comportamiento y a mantener la confianza en la sociedad.