El impulso para transformar la vida
La respuesta se basa en que el deseo de cambiar algo surge cuando las circunstancias de la vida dejan de satisfacernos debido a un malestar interno y confusión, es decir, al darse cuenta de que algo no está bien en ellas. Por ejemplo, como se dice en una de las fuentes: "Se puede tolerar durante mucho tiempo las circunstancias de vida mal desarrolladas. Sin embargo, a veces sucede algo que nos hace no solo resignarnos, sino pensar en qué aspectos de estas circunstancias requieren un cambio y cómo lograrlo de la mejor manera. Nos preguntamos:
¿qué se puede cambiar en una situación que provoca el deseo de corregirla?" (fuente: enlace txt). Aquí se enfatiza que la insatisfacción acumulada conduce a un momento en que se vuelve evidente que la situación necesita un cambio.Adicionalmente, en otro pasaje se describe que este deseo de cambio va acompañado de un sentimiento interno de desconcierto y una comprensión aguda de la importancia del factor tiempo: "Y de aquí - confusión, inquietud. Una inquietud que se transforma en un impulso, un impulso hacia la acción: pero, ¿no es cierto que debemos hacer algo al respecto, a esta situación, a este desequilibrio fundamental? ¡Aún hay algo de tiempo, hay que cambiarlo! Aquí hay dos posturas, dos énfasis en este impulso: 'cambiar' y 'tiempo'. Hay que cambiar la situación..." (fuente: enlace txt). Este pasaje señala la necesidad urgente de un cambio, fundamentada en la sensación de que no hay tiempo que perder.Así, la situación que provoca el deseo de cambiar se caracteriza por la presencia de un malestar interno y la sensación de que el orden establecido o las circunstancias circundantes ya no se ajustan a las expectativas internas: se perciben como desfasadas, mal estructuradas, y es en estas condiciones donde no solo se requiere corregir el hecho de la obsolescencia o el desarrollo inadecuado, sino también distribuir de forma racional el tiempo para implementar las correcciones.