Imitación emocional: La influencia de los dibujos animados en la ident
Los mecanismos de identificación con personajes de dibujos animados ejercen una influencia considerable en la formación de modelos de comportamiento y la autoidentificación en los niños. Los niños no solo observan las acciones de los héroes en la pantalla, sino que casi de manera automática e inconsciente asimilan y repiten lo que ven. Un aspecto importante es que el niño se identifica no solo con el comportamiento exterior del personaje, sino también con su expresión facial y sus reacciones emocionales. Esto se refleja en su sentido interno de sí mismo, ya que las expresiones faciales y las entonaciones se convierten en parte de su propio repertorio de comunicación emocional.
Como se señala en una de las fuentes, "los pobres simplemente repiten lo que ven en la pantalla. Esto también es consecuencia de la identificación. ... hace mucho tiempo se sabe que los modelos de comportamiento demostrados por los personajes encantadores en la pantalla son muy atractivos para los espectadores (especialmente los jóvenes)" (source: enlace txt). Esto significa que la atractividad y la demostración del comportamiento de los personajes pueden ejercer una gran influencia, haciendo que el niño imite incluso aquellos modelos que pueden tener un carácter negativo.
Además, uno de los autores explica: "
¿Para qué sirve esto?— Lo que ocurre es que el niño se identifica no solo con el comportamiento del personaje. Los mecanismos de imitación en los niños son reflejos tan sutiles que les permiten captar el más mínimo cambio emocional, la más diminuta mueca facial. ... Cuando el niño se identifica con tales personajes, su sentido interno de sí mismo se correlaciona con la expresión de sus rostros. Y el pequeño comienza a comportarse de manera correspondiente: es imposible adoptar una expresión maliciosa y mantener la bondad interior, adoptar una mueca sin sentido y aspirar a 'morder la roca del saber'" (source: enlace txt). Este fragmento subraya que, a través de la identificación con los personajes, los niños no solo copian su comportamiento, sino que también integran estos patrones emocionales en su propio sistema de autoidentificación. Así, los dibujos animados pueden formar modelos de comportamiento estables, que determinan cómo los niños se perciben a sí mismos y cómo interactúan con los demás.
En conjunto, estos procesos evidencian que los niños, al observar las imágenes activas y demostrativas de los personajes en pantalla, intentan imitarlos, lo que puede llevar a la fijación de conductas tanto positivas como negativas. La asimilación de modelos de comportamiento y la correspondiente identidad se forman bajo una fuerte impresión de los ejemplos vistos, lo que posteriormente influye en su relación consigo mismos y con el mundo que les rodea.