El Amor como Resistencia en Tiempos de Guerra
Para proteger el amor de los efectos destructivos de la guerra y preservar su verdadero significado, es necesario trabajar conscientemente, día a día, en su fortalecimiento y cultivarlo en el corazón. Esto requiere superar el egoísmo y el constante auto-sacrificio. Como se dice en una de las fuentes:"Debe cultivarse en nuestro corazón, encenderlo día a día. El amor es una decisión consciente: «quiero amar». Y hacer todo para que ese sentimiento no se apague. De lo contrario, nuestro sentimiento no durará mucho. Dependerá de muchas causas fortuitas..." (source: enlace txt)Este enfoque implica tomar una decisión activa de amar incluso en tiempos de crisis, cuando las fuerzas destructivas de la guerra pueden socavar la confianza y el entendimiento mutuo. El amor no puede existir sin libertad y renuncia de uno mismo, renunciando a vanos deseos y al egoísmo personal; esto ayuda a conservar su pureza y su verdadero significado.Otra fuente enfatiza que el amor debe ganarse a través de esfuerzos constantes y sacrificio:"El amor se adquiere con gran esfuerzo. El ayuno también contribuye a esto. Imaginemos, por ejemplo, que uno tiene antojo de algo de comer y la persona decide ayunar, renunciándolo de forma voluntaria. Y en esa constante renuncia a lo que se desea, la persona puede desarrollar en su corazón la capacidad de amar, porque el amor se manifiesta precisamente en que la persona se sacrifica, se niega a sí misma y da libertad a su ser amado..." (source: enlace txt)Estas reflexiones hacen entender que la verdadera protección del amor no reside en la espera pasiva, sino en la elección consciente diaria de amar, incluso cuando los acontecimientos circundantes amenazan su desarrollo. Sólo a través del trabajo constante, el sacrificio y la autoformación se puede preservar y aumentar el sentimiento de amor, a pesar de los horrores de la guerra.