La Gracia Divina: Escudo Espiritual y Camino de Transformación
El término «Божья блогодать» (es decir, la gracia de Dios) puede entenderse como la manifestación de la misericordia y el poder divinos otorgados al ser humano para fortalecer su vida espiritual, limpiarlo de pecados y establecer una verdadera comunión tanto con Dios como con sus semejantes. En estas fuentes, este término se expone a través de varios aspectos.En primer lugar, la gracia de Dios se considera como la fuerza que dota al hombre de la capacidad de vivir “unánimemente” en el marco de la comunión eclesiástica y la oración, actuando como protección contra todo mal. Por ejemplo, uno de los textos afirma: “Y aún más, si te confiesas y participas de la comunión, la gracia eclesiástica, la gracia de la unidad (esto significa la comunión eclesiástica mutua), la gracia de la oración es un fiel protector y resguardo de todo comentario de enemistad...” (fuente: enlace txt, páginas 2007-2008).En segundo lugar, la gracia de Dios se entiende como un medio de redención que, manifestándose en “abundancia”, transforma al individuo, a pesar del incremento del pecado a través de la ley. Gracias a esta gracia, a través de Cristo, a los creyentes no solo se les concede la liberación de los pecados, sino también la justificación y la formación de un nuevo carácter, “celestial”: “Porque así como el pecado se multiplicó, la gracia se sobreabundó. — Así como, en efecto, cuando... Siempre fue inherente y cubría a nuestro linaje, pero ahora se ha derramado en abundancia...” (fuente: enlace txt, páginas 704-705).Así, en la cosmovisión religiosa, la gracia de Dios se interpreta como una fuerza penetrante de la misericordia divina, que actúa como escudo espiritual, fortalece la unidad de la comunidad, limpia el alma y conduce al individuo hacia la verdadera vida conforme a la voluntad de Dios. Este término designa no solo un estado pasivo, sino también la participación activa en el plan divino, en el que, a través de los sacramentos, la confesión, la oración y la obediencia a las enseñanzas de los santos padres, se produce el enriquecimiento y la transformación del alma, lo que finalmente lleva a la salvación.