Desde el aspecto subjetivo, la conciencia individual no simplemente refleja de manera pasiva el mundo exterior, sino que lo construye activamente. Es decir, la realidad objetiva, que existe independientemente de nuestras sensaciones, llega a nosotros en forma de datos sensoriales, los cuales luego son procesados, interpretados y organizados estructuralmente por nuestra conciencia. Como se señala en una de las fuentes, "La acción percibida por nosotros de las entidades externas a través del ser externo, es decir, a través de la compleja relación, independiente de nosotros, entre diversas entidades, la llamamos experiencia externa y, de esta manera, distinguimos el mundo objetivo independiente de nosotros del mundo subjetivo de nuestros estados internos..." (Fuente: 1260_6298.txt, página: 220-221). Aquí se enfatiza que, aunque el mundo objetivo exista de forma independiente, este se vuelve accesible a través de una interacción concreta que le confiere sus propiedades dentro de nuestra experiencia.