- 20.03.2025
Los factores motivacionales, como la búsqueda de la verdad o la protesta contra la cultura pop, pueden impulsar a una persona a tomar acciones que contradicen las normas aceptadas y las expectativas racionales, lo que a su vez incrementa la probabilidad de tomar decisiones arriesgadas.
La respuesta es que el uso correcto de la propiedad que se nos ha confiado se considera una forma de preservar su valor espiritual y moral, puesto que cualquier bien, por muy significativo que parezca, en realidad pertenece a Dios y el ser humano es meramente el administrador de ese valor. En otras palabras, cuando una persona dispone de la propiedad conforme al designio divino, no solo demuestra una actitud responsable, sino que también contribuye al fortalecimiento de los lazos espirituales y morales en la sociedad.
Los bienes acumulados se convierten gradualmente en una fuente de presión constante, ya que no son simplemente propiedad pasiva, sino que requieren cuidados continuos, protección y trabajo para su preservación y aumento. En una de las fuentes se afirma que, si intentas proteger tus bienes solo con tus propias fuerzas, la preocupación constante y la necesidad de un trabajo incesante se convierten en una parte fundamental de la vida. Como se dice en la cita:
Se considera que la pereza hacia el servicio divino y la oración es la causa primordial del inicio del oscurecimiento espiritual de la mente. El rechazo a la participación regular en el servicio y la ausencia de oración devota debilitan la protección espiritual, lo que hace que el alma sea vulnerable a las tentaciones y a la influencia de los adversarios. En otras palabras, cuando una persona pierde el deseo de comunicarse con Dios, se despoja de la fuente de apoyo espiritual, lo que conduce a un mayor debilitamiento de la mente y al alejamiento de la verdadera pasión espiritual, capaz de despertar el valor, la fortaleza interior y el celo necesario para combatir las tentaciones.