Basándonos en los materiales presentados, se pueden identificar varios factores clave que explican la diferencia en la actitud hacia las prácticas espirituales y la actividad vital entre los primeros creyentes y los representantes modernos de las comunidades religiosas.
Desde la perspectiva de las normas eclesiásticas tradicionales, dejar de asistir a la iglesia no se considera un camino positivo o voluntario para el cristiano. La asistencia al templo es un elemento central de la vida eclesial, necesario para participar en los sacramentos y ritos que confirman la pertenencia a la Iglesia y proporcionan apoyo espiritual. Por el contrario, cesar la asistencia a la iglesia se interpreta en la mayoría de los casos como consecuencia de una medida disciplinaria eclesiástica –la excomunión– que, según la tradición eclesiástica, se aplica en casos de faltas graves o de una obstinada negativa a las normas establecidas de conducta.
El apóstol Pablo provocaba una reacción negativa entre los judíos no por malas intenciones en sus predicaciones, sino porque su conversión personal y enseñanza representaban un alejamiento radical de los fundamentos de la conciencia judía tradicional. Pablo, quien en su momento fue el más ferviente celoso de la ley, de forma inesperada se volvió al Cristo y comenzó a predicar la idea de liberarse de la necesidad de cumplir con la ley y de los ritos tradicionales, como la circuncisión. Para muchos judíos, esto significaba socavar los cimientos de su identidad y tradición sagrada, lo que generaba una sensación de amenaza y rechazo.
La transición de múltiples dioses al monoteísmo estuvo determinada por una serie de factores que pueden rastrearse en diversos contextos culturales y filosóficos. Uno de los momentos clave fue la profunda necesidad del hombre de comunicarse con lo divino – la búsqueda de un vínculo con algo absoluto y omnipotente. Como se señala en un texto:
Analizando las citas presentadas, es evidente que en la entrevista no se hace una convocatoria directa a los ateos para participar en el trabajo del sitio o en el foro. El dirigente religioso enfatiza que su actividad en Internet surgió a raíz de propuestas externas y que el desarrollo posterior del sitio y del foro se vincula principalmente a la participación de creyentes ortodoxos. Por ejemplo, él afirma: