- 20.03.2025
Dualidad Divina: La Paz Interior y la Lucha por la Verdad
La imagen del Dios pacífico y la imagen del Dios guerrero representan dos enfoques opuestos para la realización divina del poder y la salvación.
La imagen del Dios pacífico y la imagen del Dios guerrero representan dos enfoques opuestos para la realización divina del poder y la salvación.
Según las fuentes presentadas, cabe destacar que la misión de Jesucristo no consistía en pedir perdón ni en compensar las ofensas a la fe, sino en actuar como portador y mediador del perdón y la misericordia divinos. Su naturaleza divina y perfección excluían la necesidad de pedir perdón, ya que solo Dios, como Creador y Legislador, tiene el poder de perdonar pecados. En una de las fuentes se indica claramente:
El Reino de los Cielos para los creyentes tiene un significado profundo y multifacético. Se presenta como un don del Señor, recibido por cada persona que responde con fe y acepta a Jesucristo, así como una transformación interna del alma que se manifiesta gradualmente en la vida del hombre. No es solamente la promesa de un futuro en el que se cumplirá el establecimiento definitivo del Reino con el regreso de Cristo, sino también una gracia activa en el presente que moldea el estado del creyente.
Para demostrar que las raíces de las plantas respiran, los científicos realizan una combinación de investigaciones de laboratorio y de campo orientadas a medir el intercambio de gases en el suelo. La medición del consumo de oxígeno y la emisión de dióxido de carbono por el sistema radicular es una evidencia directa de la respiración de las raíces. Bajo condiciones de laboratorio se utilizan instalaciones especiales que permiten establecer que las raíces absorben activamente oxígeno del suelo y, a la inversa, liberan dióxido de carbono. Mediciones similares se llevan a cabo en experimentos de campo, en los que se estudian las variaciones del intercambio de oxígeno a diferentes profundidades del suelo, incluso a bajas temperaturas.
El autor considera que la sociedad sufre de heridas profundas debido a que las fuerzas y pulsiones humanas esenciales permanecen reprimidas e inconscientes, y su influencia se filtra en el núcleo de las estructuras culturales y sociales. Según Freud, la moral y los tabúes religiosos son medios mediante los cuales la conciencia racional intenta ocultar y suprimir los impulsos irracionales y primarios, privando al individuo de la posibilidad de un control consciente sobre su mundo interno. Freud, por así decirlo, demostraba que el hombre «no es dueño de su propia casa», pues su comportamiento está determinado por fuerzas subyacentes, no siempre racionales, del inconsciente (fuente: 1280_6399.txt).
We use cookies to ensure you get the best experience on our website. Learn more.