La definición de la felicidad a través de la alegría en las actividades diarias indica que la verdadera sensación de felicidad surge cuando, en cada momento de la vida, se manifiesta no solo la actividad externa, sino también una profunda armonía interior. Este estado se alcanza cuando las acciones cotidianas, ya sea el trabajo, el cuidado de los seres queridos o la realización personal, se convierten en un reflejo de la plenitud interna y la unidad del alma. Dicho de otro modo, cuando una persona siente que hace todo lo necesario, que sus acciones tienen sentido y están en sintonía con su esencia interna, entonces la alegría, como un sentimiento interno puro, se manifiesta de forma natural.