En el mundo moderno, los sueños nos atraen con su magia y libertad, pero confiar en ellos en exceso puede llevar a perder el sentido común. Muchas fuentes sostienen que seguir imprudentemente nuestras visiones nos priva de la capacidad de evaluar la realidad con juicio y genera caos en el curso habitual de la vida. La inspiración personal y las revelaciones especiales, sin duda, poseen su poder; sin embargo, la veracidad de tales experiencias se confirma mediante señales claras y escasas. Por ello, es importante mantener una mirada crítica: en lugar de sucumbir a un anhelo abrumador de cumplir todos los deseos, debemos apoyarnos en principios morales y en una comprensión razonada del mundo. Al final, solo la moderación y la sensatez nos ayudan a no perder el control de nuestras vidas, guiándonos hacia una verdadera armonía entre el sueño y la realidad.
¿Cómo es posible vivir siguiendo únicamente los propios sueños y cumpliendo cualquier deseo?
A partir de las citas presentadas, se desprende que vivir dependiendo completamente de los sueños y cumpliendo cualquier deseo es una idea que puede conducir a la pérdida del sentido común y a una vida descontrolada. En una de las fuentes se advierte directamente: «Y si se cree en los sueños o algo similar, se puede perder la cordura» (fuente: 13_62.txt). Es decir, si confiamos excesivamente en las visiones o sueños personales sin un control razonable, podemos perder la capacidad de evaluar la realidad de forma sensata.