• 20.03.2025

La Proclamación Viva: Fortalecimiento y Misión del Evangelio

Para los creyentes, la constante proclamación de la Buena Nueva no es simplemente un deber, sino una condición necesaria para mantener una fe viva y la unidad de la comunidad. En primer lugar, la predicación de la palabra de Dios hace que la fe sea accesible: “El Apóstol Pablo escribió una vez que ‘la fe viene por el oír, y el oír por la palabra de Dios’. Si la palabra de Dios no es predicada, entonces nadie podrá creer… Sin una proclamación constante de la Buena Nueva, sin un testimonio genuino, nuestra fe se debilitará, y con ella nuestra vida con Dios” (fuente: 9_42.txt). Esta afirmación subraya que el acto mismo de escuchar y asimilar la Buena Nueva conduce a las personas a fortalecer su estado espiritual y a mantener relaciones activas con Dios.

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  • 20.03.2025

La fe que transforma: Virtudes y prácticas en la vida espiritual

La fe en Cristo, así como la fe en otros principios divinos, ejerce una profunda influencia en la formación de cualidades virtuosas en la persona, orientando su energía interna hacia el desarrollo de la sinceridad, la humildad, la castidad y otras cualidades positivas. La fe se convierte en la base para la participación activa del individuo en su transformación espiritual, permitiéndole vivir de acuerdo con altos estándares morales. Por ejemplo, en el texto «Piedad Cristiana» (source: 599_2992.txt) se señala que la fe busca descubrir en la personalidad virtudes como la modestia, la castidad, la mansedumbre, la humildad, la obediencia y una fe indudable, que no solo enriquecen el mundo interior de la persona, sino que también contribuyen a la creación de relaciones saludables en la sociedad.

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  • 20.03.2025

De la simpatía al deber: la base de la moral

Los mecanismos psicológicos que forman la percepción moral de las buenas acciones son tales que el deseo natural inicial de ayudar, basado en la simpatía, al ser inestable y susceptible a las circunstancias de la vida, no puede servir como fundamento duradero para conferir a las acciones un valor moral universal. La persona que se guía únicamente por una inclinación natural hacia las buenas acciones está sujeta a cambios externos e internos: su inclinación empírica puede debilitarse bajo el impacto de desilusiones o pérdidas personales, por lo que puede llegar a perder la capacidad de compasión. Sin embargo, si incluso al perder esta naturaleza se manifiesta el deseo de continuar haciendo el bien exclusivamente por sentido del deber y la obligación, entonces tal comportamiento adquiere un verdadero valor moral. En otras palabras, cuando la persona se da cuenta de que debe realizar buenas acciones independientemente de sus sentimientos personales, su acción se convierte en algo objetivo y obligatorio, lo que garantiza la universalidad y estabilidad de la elección moral.

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  • 20.03.2025

La Maleabilidad del Yo: Explorando la Identidad en Experimentos Hipnóticos

Casos experimentales, en particular los sustitutos hipnóticos de identidad, demuestran que nuestro autoconocimiento resulta ser mucho más maleable y vulnerable de lo que podría parecer. Tales casos indican que las concepciones que tenemos de nosotros mismos no constituyen una sustancia inmutable y completa, sino un constructo dinámico, capaz de ser influenciado tanto por factores externos como internos. Esto se observa en cómo las identidades creadas artificialmente resultan ser "dañadas" o distorsionadas cuando se manifiestan a través de patrones específicos, a menudo conduciendo a la fragmentación de una conciencia integral.

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  • 20.03.2025

El Poder Transformador de la Fe y el Amor

Un ejemplo personal, cuando se manifiesta a través de una fe, esperanza y amor sinceros, se convierte en un poderoso estímulo para la renovación espiritual de la sociedad. Cuando una persona se esfuerza diariamente por corregir su alma, sin sucumbir a las tentaciones mundanas, y trabaja de manera constante en sus cualidades morales, sus acciones hablan más que mil palabras. Como se señala en una de las fuentes, las buenas obras se consideran una manifestación natural de la fe y el amor: «Las buenas obras son una manifestación natural de la fe y el amor. Un cristiano sin buenas obras es como un árbol sin frutos» (fuente: 215_1072.txt). Esto subraya que los resultados del trabajo personal y una actitud activa en la vida se convierten en una prueba tangible de la veracidad de la fe interior.

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La Proclamación Viva: Fortalecimiento y Misión del Evangelio

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El Poder Transformador de la Fe y el Amor