- 20.03.2025
Entre la estabilidad y lo desconocido
Cada uno de nosotros experimenta un momento en el que el mundo que nos rodea comienza a desgastar los cimientos del "yo" habitual. En mi caso, el miedo a perder los valores e identidad arraigados se convierte en la fuente de una profunda lucha interna. Esa paralizante inseguridad, que surge al borde de lo desconocido, parece dictar las decisiones y nos obliga a reprimir nuestros impulsos de cambio. Todos buscamos conservar esos referentes con los que hemos crecido y nos resistimos a transformarnos en algo ajeno e indefinido. En esta lucha, que evoca las antiguas reflexiones de los filósofos sobre el poder del miedo, se refleja el deseo de evitar la pérdida de estabilidad, mezclándose con una secreta atracción por descubrir nuevos horizontes. El resultado es una tensión constante entre la autopreservación y la búsqueda de lo inexplorado, que nos impulsa a la cautela sin permitirnos olvidar el gran anhelo de conocer lo que se oculta tras los límites de lo familiar.