La Dicotomía de los Sueños: Misterio y Peligro
El mundo de los sueños siempre ha cautivado a la humanidad por su misterio, pero la realidad resulta ser mucho más compleja que simples anhelos. Al estudiar los materiales presentados, se hace evidente que los sueños no son una herramienta para la realización de nuestros deseos. Surgen de forma espontánea, representando una fusión de sueños, pensamientos y sensaciones que no están sujetos al control racional. A diferencia de los esfuerzos conscientes durante la vigilia, donde cada acción nos lleva a alcanzar metas, los sueños constituyen un proceso caótico en el que la influencia de fuerzas negativas puede teñir nuestras experiencias.La base de estas reflexiones descansa en la idea de que los sueños son el resultado de procesos psíquicos naturales, en los que se combinan pensamientos aleatorios y experiencias inconscientes. El estado en que se encuentra el cerebro durante el sueño no permite controlar intencionadamente las imágenes y escenarios que se presentan. Por lo tanto, los intentos de hallar en los sueños respuestas a cuestiones existenciales o predicciones del futuro resultan no solo irrealizables, sino también potencialmente peligrosos. En un mundo en el que fuerzas negativas pueden influir en nuestra percepción, es preferible confiar en acciones claras y en una planificación consciente, en lugar de en imágenes arbitrarias surgidas en el sueño.En resumen, se puede afirmar que, aunque los sueños constituyen una área fascinante de la psique, no deben considerarse como medio para realizar deseos ni como fuente de predicciones sabias. El éxito real llega a aquellos que actúan con consciencia y determinación, basándose en una comprensión clara de sus objetivos en lugar de en efímeras imágenes nocturnas.¿Cómo se pueden realizar nuestros deseos en los sueños?Según los materiales presentados, los sueños no son un medio para la realización de los deseos. Surgen de forma espontánea, como resultado de la combinación de sueños, pensamientos y sensaciones, y no están bajo el control de la conciencia. Como se afirma en una de las fuentes:"De tales sueños, acompañados de los pensamientos y sensaciones característicos, se compone un sueño. A menudo es extraño, ya que no pertenece al sistema de sueños y reflexiones arbitrarios e intencionados del ser humano, sino que se origina de forma espontánea y conforme a la ley y las exigencias de la naturaleza. A veces, el sueño lleva la huella desconexa de reflexiones y sueños arbitrarios, y en otras ocasiones es consecuencia de un estado de ánimo moral. De este modo, el sueño, por sí mismo, no puede ni debe tener ningún significado. Es absurdo e ilógico que algunos deseen ver en los delirios de los sueños la predicción de su propio futuro o el de otros, o algún otro significado. ¿Cómo es posible atribuirle existencia a aquello que no tiene razón de ser? Los demonios, que tienen acceso a nuestras almas durante nuestra vigilia, también lo poseen en el sueño. Y durante el sueño, nos tientan al pecado, mezclando en nuestros sueños sus propios anhelos." (fuente: 751_3750.txt)Además, otras citas de la fuente advierten que cuando una persona permite que sus pensamientos se desvíen hacia el mundo de las ilusiones, fuerzas negativas pueden influir en su percepción de la realidad:"Cuando el alma del hombre se desvía hacia un mundo irreal, hacia el mundo de las ilusiones, el diablo está siempre presente y comienza, a través de esos sueños, a imponer su voluntad sobre el hombre, trazándole el camino que probablemente lo conducirá a la perdición. Por ello, soñar está categóricamente prohibido si deseamos preservar nuestro corazón y nuestra vida para Dios. Es imprescindible liberarse de cualquier ensoñación, pues constituye un grave vicio. No hay que filosofar ni inventar, sino procurar vivir de manera sencilla y clara. Y todo pensamiento, representación o imagen debe ser erradicado de la mente." (fuente: 9_42.txt)En consecuencia, el intento de realizar conscientemente los propios deseos a través de los sueños no solo es inviable, sino también potencialmente peligroso, ya que los sueños constituyen un proceso involuntario en el que la actividad racional y volitiva cede su lugar a procesos mentales aleatorios y, a veces, teñidos de negatividad. Los esfuerzos reales por alcanzar objetivos requieren de un enfoque consciente y de acciones durante la vigilia, donde los pensamientos no están sujetos a influencias externas e incontrolables.En resumen, se puede afirmar que los sueños no están destinados a la realización de deseos, y los intentos de utilizarlos para ese fin no encuentran respaldo en los materiales descritos.