El mandamiento "ama a tu prójimo como a ti mismo" exige comprender el amor no como un sentimiento incondicional y pasivo, sino como una actitud activa que debe manifestarse tanto en los asuntos materiales como en los espirituales. En el recurso 1383_6912.txt se afirma: "… procura que al menos una persona, una única persona, reciba de ti tanto como tú recibes de la vida…". Aquí se enfatiza la importancia de compartir los bienes que posees, transformando lo personal en beneficio de otros. Esto significa que el amor verdadero se manifiesta en la generosidad y en la disposición de ofrecer a los demás aquello que recibes de esta vida.