- 24.05.2025
En el corazón de cada organización que ha decidido innovar, se está gestando una tormenta, un huracán en el que la calma tranquilizadora de la estabilidad choca con la emocionante corriente del cambio. Imagínese la escena: cada departamento se aferra al orden establecido, los empleados aprecian rutinas familiares y probadas, mientras que la empresa anuncia un nuevo futuro con la respiración contenida. Es aquí donde los dos titanes, la sed de estabilidad y el deseo de renovación, convergen en un duelo, amenazando con destruir el dominio del otro.
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