La introducción temprana de la comunicación asíncrona, a través de contestadores automáticos y correo de voz, cambió la dinámica del lugar de trabajo al separar la entrega de mensajes de la respuesta instantánea, lo que aumentó la autonomía de los empleados e inspiró políticas modernas de recursos humanos y prácticas de gestión de proyectos que tienen en cuenta el ritmo de trabajo no lineal.
La llegada de los dispositivos portátiles de almacenamiento de archivos digitales, como los disquetes, ha marcado el comienzo del concepto de movilidad física de datos, estableciendo un nuevo estándar para la continuidad del negocio y estrategias innovadoras de gestión de proyectos que respaldan los esfuerzos de colaboración en entornos de trabajo diversos y remotos.