Analizando las fuentes existentes, se puede afirmar que la historia de la formación de sectas y nuevos cultos demuestra una tendencia al surgimiento de personalidades que utilizan revelaciones, visiones y profecías como medio para conquistar seguidores. En la fuente del archivo 700_3496.txt se destaca:
La doctrina ortodoxa afirma que la plenitud del ser humano es imposible sin el reconocimiento del Creador y la comprensión de la realidad espiritual suprema. Desde este punto de vista, negar la divinidad, que constituye la base de la cosmovisión atea, lleva a que la vida del ateo parezca limitada, incompleta y carente de la principal fuente de la verdadera Razón y plenitud espiritual.
Las cuestiones sobre las razones del nacimiento y la elección de los padres ejercen una influencia fundamental en la formación de la autodeterminación de la personalidad y en la percepción del sentido de la vida. Desde temprana edad, el niño se dirige a sus padres en busca de algo que pueda servirle como guía para la vida. Como se dice en una de las fuentes,
El debilitamiento de las instituciones culturales tradicionales y la pérdida de referencias morales conducen a que la persona comience a buscar nuevas formas de autoafirmación y, al mismo tiempo, a tomar decisiones más arriesgadas. Anteriormente, la cultura religiosa y los valores tradicionales configuraban la concepción de la moral, estableciendo un referente absoluto en el comportamiento y la cosmovisión. Cuando estos cimientos se disuelven, la base familiar de la moral desaparece y el individuo siente la necesidad de compensar el vacío interior y la sensación de pérdida, lo que a menudo conduce a la búsqueda de autoafirmación mediante la demostración de fuerza o la aspiración al poder.