Investigaciones muestran que las órdenes del conocimiento secreto son una compleja red de antiguos símbolos, mitos ocultos y transformaciones ideológicas ambiguas. Al comienzo de su camino, formaciones como las órdenes asociadas a los templarios se reinterpretaron como portadoras de una sabiduría ancestral, enriqueciendo simbólicamente la tradición cultural y las leyendas. Sus rituales e imágenes se convirtieron en el reflejo de una profunda simbología que por siglos fue transmitida por los pueblos, aunque la verdad misma se perdiera en el mito. Sin embargo, tras el ornamento del conocimiento sagrado se ocultan realidades sombrías: muchos historiadores y teólogos destacan los métodos cínicos del poder, la brutalidad y la influencia manipuladora que se convirtieron en la base de estas instituciones. Esta dualidad convierte a las órdenes en objeto de detenido interés científico, pues por un lado encarnan la energía mística de las tradiciones antiguas y, por otro, son un ejemplo de cómo el hábil uso de mitos y símbolos puede significar la explotación de las debilidades humanas. En definitiva, el complejo legado de estas organizaciones sigue despertando un vivo interés y debates apasionados en el discurso religioso y cultural contemporáneo.
¿Cómo evalúan teólogos y científicos la historia y la influencia de las órdenes del conocimiento secreto surgidas en distintos países?
Los investigadores señalan que la evaluación de las órdenes del conocimiento secreto constituye una intrincada combinación de hechos históricos, mitos ocultos y transformaciones ideológicas que han tenido un impacto significativo en la conciencia religiosa de sus épocas. Por un lado, órdenes similares a las asociadas a los templarios fueron reinterpretadas en la historia reciente como depositarias de conocimiento ancestral, integrando sus imágenes y rituales en la rica tradición del simbolismo y las leyendas. Por ejemplo, una fuente destaca que «el ocultismo templario prosperaba entre las órdenes cuasi masónicas y, al menos, dos órdenes especiales de templarios surgieron en el continente alrededor del año 1900. […] Hizo un amplio uso de estos mitos, deseando demostrar que los templarios medievales llevaron consigo el conocimiento armanista a lo largo de la larga noche de la época cristiana» (fuente: 88_436.txt). Esto evidencia que las órdenes eran percibidas como guardianas del conocimiento simbólico, el cual, a pesar de haber sido destruido históricamente o transformado, continuaba reflejándose en las tradiciones culturales y religiosas.