Aromas en Conflicto: Entre Placer y Amenaza
Los olores son capaces de provocar en nosotros no solo sensaciones de placer, sino también poderosas reacciones emocionales que a veces resultan inesperadas. Imagínese: una fragancia, percibida por la mayoría como realmente agradable, puede ocasionar emociones negativas en alguien si está vinculada a profundas experiencias personales o a una instintiva sensación de amenaza. Nuestra conciencia es capaz de procesar incluso la percepción neutral de un aroma, entrelazándola con recuerdos y asociaciones internas, lo que genera simultáneamente sentimientos de deseo o de una inquietante repulsión.De hecho, incluso si la composición química de un aroma muestra notas agradables, las conexiones subconscientes con experiencias pasadas pueden transformar radicalmente nuestra percepción. Nuestra psique suele dividirse en dos categorías: sensaciones de atracción y de repulsión. Estas clases de sentimientos juegan un papel importante en la protección del organismo, ya que es precisamente el instintivo sentido de precaución el que puede llevarnos a percibir un bien familiar como potencialmente peligroso o amenazador.En definitiva, cada una de nuestras percepciones de un aroma es el resultado del elaborado trabajo del cerebro, donde se entremezclan emociones, recuerdos y mecanismos de defensa. Es precisamente esta complejidad la que hace del estudio de los olores un aspecto tan fascinante e importante para comprender la psicología humana.
¿De qué manera los aromas agradables pueden generar una reacción psicológica de repulsión en algunas personas?Algunas personas pueden experimentar una reacción psicológica de repulsión incluso ante un aroma que a la mayoría le resulta agradable, ya que la percepción de un olor incluye no solo el placer sensorial, sino también procesos profundos, personales, emocionales e incluso instintivos. Así, como se señala en una de las fuentes, una representación neutral de un aroma, que emerge en la conciencia al establecer relaciones complejas con otras representaciones, puede generar tanto sentimientos de deseo como de repulsión («Las representaciones neutrales, al establecer relaciones complejas de equilibrio o desequilibrio entre sí, a veces se fortalecen o se frenen mutuamente, y de esta manera generan el fenómeno del deseo o del repudio») (fuente: enlace txt). Es decir, incluso si químicamente el aroma tiene notas agradables, su procesamiento en la conciencia puede conducir a la aparición de asociaciones negativas o a una sensación de amenaza.Además, los recuerdos y las experiencias tempranas a menudo juegan un papel en la formación de las reacciones a los olores. En uno de los textos se describe cómo el mismo aroma, proveniente de las flores, podía dividirse en dos partes: una que provocaba asombro y otra que se asociaba con fuego venenoso y destrucción («como en las flores, una de sus partes, cautivadora y etérea, despertaba asombro, mientras que la otra era considerada como fuego venenoso y destrucción») (fuente: enlace txt). Esto indica que incluso un aroma agradable puede estar mezclado en el subconsciente con elementos que generan sensación de peligro o de incomodidad.También es importante el mecanismo instintivo de defensa. Como se señala en otra fuente, en el ser humano (y en otros animales) existen dos clases de sensaciones: atracción y repulsión, siendo la repulsión a menudo el reflejo de un temor defensivo ante lo desconocido o lo potencialmente peligroso («experimentamos dos clases: sensaciones de atracción y repulsión... Una de las variantes del sentimiento de miedo es la sensación de repulsa») (fuente: enlace txt). De ese modo, incluso si en apariencia el aroma resulta agradable, su intensidad o alguna señal subconsciente de una amenaza potencial puede provocar una reacción negativa.Citas de apoyo:«Las representaciones neutrales, al establecer relaciones complejas de equilibrio o desequilibrio entre sí, a veces se fortalecen o se frenen mutuamente, y de esta manera generan el fenómeno del deseo o del repudio» (fuente: enlace txt)«Como en las flores, una de sus partes, cautivadora y etérea, despertaba asombro, mientras que la otra era considerada como fuego venenoso y destrucción» (fuente: enlace txt)«Experimentamos dos clases: sensaciones de atracción y repulsión... Una de las variantes del sentimiento de miedo es la sensación de repulsa» (fuente: enlace txt)