Ética en evolución: elecciones personales y la ley del karma
Hoy, en el flujo informativo y en las discusiones sociales, observamos un marcado cambio: se aleja la rígida estructura de la ética tradicional en favor de una percepción más flexible de las normas morales. La visión contemporánea sobre las relaciones, en las que etiquetas tradicionales como el ser mantenido o la mantenida dejan de ser condenadas de forma tajante, abre un espacio para debatir sobre la elección personal y sus consecuencias. El fundamento de este replanteamiento es la idea de que las normas morales establecidas no son absolutas, sino que reflejan el contexto histórico y cultural en el que cada persona desarrolla su propio sistema de valores.Al mismo tiempo, la concepción del karma añade dinamismo a nuestra comprensión de la ética. Independientemente de nuestras elecciones –ya sean relaciones fuera de los marcos tradicionales o la vida convencional– cada acción que emprendemos genera, de forma inevitable, consecuencias. En un mundo donde la realidad se rige por la ley de causa y efecto, el karma actúa como la medida universal de nuestras acciones. Este enfoque resalta que ninguna acción queda sin respuesta: nuestra vida se va llenando continuamente con las repercusiones de nuestras decisiones, y cada detalle deja una huella que puede incidir tanto en cambios personales como sociales.Concluyendo este pensamiento, se puede afirmar que, en la era de la individualidad y los cambios constantes, los dogmas anticuados ceden paso a un enfoque ético más significativo y orientado hacia la persona. Al reconocer que cada acción –ya sea una elección fuera de los esquemas tradicionales o cualquier otro comportamiento– forma la matriz kármica de nuestro ser, aprendemos a asumir la responsabilidad de nuestros actos. Esta perspectiva no solo amplía los límites de los valores morales, sino que también inspira la creación de una armonía entre la elección personal y las leyes universales de causa y efecto.
¿Cómo se puede relacionar el comportamiento, vinculado al ser mantenido o a la condición de mantenida, con las nociones de karma y las normas éticas modernas?En los debates contemporáneos sobre moralidad se observa la intención de ir más allá del dogmatismo de las normas morales tradicionales, donde el comportamiento relacionado con ser mantenido o mantenida puede interpretarse no solo como una desviación de los cánones establecidos, sino también como una elección individual que genera sus propias consecuencias. Por una parte, la crítica clásica a la ética instaurada nos recuerda que las normas morales tradicionales pueden considerarse relativas e incluso reducidas a funciones meramente operativas. Así, en uno de los fragmentos se señala con claridad:"Como ya se ve claramente, se rechazan también los principios éticos en el ser humano –no solo la ética absolutista y normativa, el discurso del 'orden moral del mundo', sino también la misma base de la ética, la distinción entre el bien y el mal: 'El juicio moral es una falsa interpretación... El bien y el mal son solo sombras fugaces... No existe un bien o un mal que sean inmutables'. Sin embargo, el 'inmoralismo' de Nietzsche, como él denomina su posición ética, no afirma la destrucción de la moral, sino simplemente su reducción a otra forma, puramente relativa, y a otro rol, meramente funcional..." (source: enlace txt, page: 27).Esta posición enfatiza que la moral puede percibirse como una construcción, susceptible de revisión a la luz de nuevas realidades sociales, incluidas aquellas propias de relaciones contemporáneas. Las relaciones de tipo mantenido, al igual que otras formas caracterizadas por esquemas particulares de beneficios mutuos, pueden interpretarse en el marco del debate sobre el replanteamiento de los sistemas éticos, si se consideran expresiones de elección personal en las que los juicios morales no se imponen desde arriba, sino que emergen del contexto histórico y cultural específico.Por otra parte, la concepción del karma invita a considerar cada acción como generadora de consecuencias determinadas, independientemente del juicio moral externo. Según se expresa en una de las fuentes:"Los ocultistas y neoinuistas sostienen que el karma y la reencarnación son leyes sumamente justas, a diferencia de las enseñanzas cristianas acerca de una sola vida y del cielo o el infierno eternos. Swami Vivekananda se expresó al respecto de la siguiente manera: 'Todos estos golpes, tomados en conjunto, se llaman Karma – trabajo, acción. Cada golpe mental y físico que se aplica al alma... es Karma en el sentido más amplio de la palabra. Siempre estamos creando Karma. Lo que digo al dirigirme a ustedes es Karma; lo que ustedes escuchan es Karma. Respiramos – Karma, caminamos – Karma. Todo lo que hacemos, ya sea mental o físicamente, es Karma, y deja su huella en nosotros'" (source: enlace txt, page: 51).De este modo, las acciones y elecciones –independientemente de que parezcan desviarse de las normas tradicionales– generan de forma inevitable consecuencias kármicas. Si se opta conscientemente por un comportamiento relacionado con ser mantenido, en un sistema regido por la ley de causa y efecto tales decisiones inevitablemente tendrán su retribución, ya sea en forma de cambios en las relaciones personales, en la percepción social o incluso en transformaciones más profundas en la vida.Adicionalmente, otra fuente destaca la interrelación entre el karma y las posteriores reencarnaciones y cambios en las inclinaciones naturales:"El karma y la reencarnación están interconectados, uno no puede existir sin el otro. El karma determina la nueva reencarnación que recibirá el alma en la siguiente vida. Esto se ilustra generalmente ya sea mediante el intercambio de roles en una situación (el asesino será asesinado) o mediante la inclusión en el estrato correspondiente del mundo... El karma no castiga ni recompensa, simplemente es la Ley Universal..." (source: enlace txt, page: 129).Esto enfatiza que cada situación cargada de significados morales, ya sea un apoyo financiero o una elección personal en las relaciones, debe analizarse en el contexto de una cadena interminable de causa y efecto, en la que no existen actos intrínsecamente buenos o malos, sino únicamente consecuencias derivadas de acciones específicas.Así, relacionar el comportamiento vinculado a ser mantenido o a la condición de mantenida con las nociones de karma y las normas éticas modernas se puede interpretar de la siguiente manera: si los cánones morales tradicionales se someten a crítica y revisión, las decisiones individuales pasan a ser asunto de responsabilidad personal. Dado que cada acción conforma la matriz kármica –“siempre estamos creando Karma” (source: enlace txt, page: 51)– dicho comportamiento inevitablemente conlleva consecuencias, que pueden entenderse como la manifestación natural de la ley universal de causa y efecto. Las normas éticas contemporáneas, las cuales toman en cuenta la individualidad y el contexto histórico, pueden permitir tal variabilidad de comportamientos, sin perder de vista que cada acción, independientemente de su forma, tiene su precio dentro del orden kármico.Referencias de apoyo:"Como ya se ve claramente, se rechazan también los principios éticos en el ser humano –no solo la ética absolutista y normativa, el discurso del 'orden moral del mundo', sino también la misma base de la ética, la distinción entre el bien y el mal: 'El juicio moral es una falsa interpretación... El bien y el mal son solo sombras fugaces... No existe un bien o un mal que sean inmutables'. Sin embargo, el 'inmoralismo' de Nietzsche, como él denomina su posición ética, no afirma la destrucción de la moral, sino simplemente su reducción a otra forma, puramente relativa, y a otro rol, meramente funcional..." (source: enlace txt, page: 27)"Los ocultistas y neoinuistas sostienen que el karma y la reencarnación son leyes sumamente justas, a diferencia de las enseñanzas cristianas acerca de una sola vida y del cielo o el infierno eternos. Swami Vivekananda se expresó al respecto de la siguiente manera: 'Todos estos golpes, tomados en conjunto, se llaman Karma – trabajo, acción. Cada golpe mental y físico que se aplica al alma... es Karma en el sentido más amplio de la palabra. Siempre estamos creando Karma. Lo que digo al dirigirme a ustedes es Karma; lo que ustedes escuchan es Karma. Respiramos – Karma, caminamos – Karma. Todo lo que hacemos, ya sea mental o físicamente, es Karma, y deja su huella en nosotros'" (source: enlace txt, page: 51)"El karma y la reencarnación están interconectados, uno no puede existir sin el otro. El karma determina la nueva reencarnación que recibirá el alma en la siguiente vida. Esto se ilustra generalmente ya sea mediante el intercambio de roles en una situación (el asesino será asesinado) o mediante la inclusión en el estrato correspondiente del mundo... El karma no castiga ni recompensa, simplemente es la Ley Universal..." (source: enlace txt, page: 129)