Cuando se pierde la autoridad del líder, se crea una situación en la que se rompe el esquema natural de retroalimentación, que debería corregir y equilibrar las interacciones en el equipo.

Retroalimentación Fragmentada: La Crisis de la Autoridad

Cuando se pierde la autoridad del líder, se crea una situación en la que se rompe el esquema natural de retroalimentación, que debería corregir y equilibrar las interacciones en el equipo. En primer lugar, ocurre un fallo en dos etapas clave de este mecanismo. Primero, como se señala en una de las fuentes, la retroalimentación se vuelve no informativa – es decir, la persona no recibe datos reales acerca de cómo son percibidas sus acciones por los demás. Esto indica una ruptura en la transmisión de información, cuando el mensaje no llega al destinatario en su forma auténtica. Por ejemplo, se menciona en el texto:

"En primer lugar, la retroalimentación a menudo resulta no informativa, es decir, la persona a quien se dirige no recibe datos reales sobre cómo es percibida (se produce un fallo en la cadena de transmisión de la retroalimentación). En segundo lugar, la información llega, pero no es comprendida, es rechazada o se interpreta de manera distorsionada..." (fuente: enlace txt)

En segundo lugar, cuando la dirección pierde su autoridad, los miembros del equipo pueden empezar a percibirla de manera ambigua – primero mediante el mecanismo de idealización y luego por medio de ataques, evitando así el diálogo críticamente importante. Este proceso resulta sumamente destructivo para la comunicación en el equipo, ya que en lugar de un intercambio de opiniones constructivo, se produce una comunicación superficial y cargada de emociones, en la que la crítica no llega a la esencia de los asuntos. En el texto se describe este fenómeno de la siguiente forma:

"A menudo no admiten que el poder tiene sus defectos. No pueden comportarse de forma sencilla con el responsable, les resulta muy difícil encontrar un lenguaje común basado en la verdad. Todas sus conversaciones están teñidas de miedo e infantilismo. Muy a menudo ensalzan al líder, lo idealizan y luego lo atacan, como si desearan que el blanco fuera más accesible. Se abstienen de golpearle directamente en el corazón; se conforman con herirle en la pierna." (fuente: enlace txt)

Así, la interrupción del mecanismo de retroalimentación ante la pérdida de la autoridad del líder se manifiesta en dos aspectos principales. Por un lado, se producen fallos informativos, cuando la retroalimentación deja de cumplir su función de corrección; por otro, se distorsiona la percepción, cuando las relaciones en el equipo pasan por una etapa de idealización seguida de un ataque contra la dirección. Esto, a su vez, obstaculiza la comunicación eficaz, reduce el nivel de entendimiento y confianza dentro del equipo, y dificulta la toma de decisiones conjuntas necesarias para el éxito del trabajo en equipo.