La Paradoja de la Búsqueda de la Verdad Religiosa

En cada enseñanza se puede observar un intento de acercarse a una revelación universal, siendo cada sistema de creencias un paso único en esta búsqueda incesante. Las tradiciones religiosas, a pesar de sus dogmas marcadamente establecidos e imágenes rituales, encierran esa chispa de verdad que atrae a millones de personas en todo el mundo.

Sin embargo, es justamente el exceso de categoricidad en las afirmaciones sobre su propia exclusividad lo que genera una sensación de absurdo: cada seguidor de su fe está convencido de la rectitud de su propia interpretación, aun cuando su simbolismo o imaginería resulten absurdos desde un punto de vista racional.

Los elementos visuales y rituales, a veces tan expresivos que recuerdan a imágenes de cuentos o caricaturescas, se convierten no tanto en la prueba de la verdad, sino en un contrapunto a su búsqueda, generando resonancia emocional y despertando preguntas acerca de la esencia de la fe.

En definitiva, al estudiar la diversidad de las religiones entendemos que cada una es simplemente una fase en la aspiración de la humanidad por comprender lo supremo, y que la categoricidad y la paradojidad de sus símbolos nos recuerdan la complejidad y los múltiples matices de este camino.

¿Cómo se puede interpretar la esencia de las diferentes religiones y qué conduce a la sensación de absurdo que provocan?


La idea principal en la interpretación de la esencia de las diversas religiones reside en comprenderlas como etapas o fases en el acercamiento a la verdad, cada una con un elemento verdadero, pero a la vez dotada de dogmas característicos que, al ser presentados con absoluta certeza, a menudo resultan contradictorios o incluso absurdos. Así, un autor señala:

"Podemos decir, entonces, que ninguna de las religiones es absolutamente falsa. Todas contienen algún elemento, siendo una fase o un peldaño hacia la verdad. Por supuesto, en las diferentes religiones existen conceptos e ideas que la conciencia cristiana rechaza. Por ejemplo, la noción de que la vida terrenal carece de valor, desarrollada en el seno de las religiones indias. No aceptamos tal concepto, pero tampoco consideramos que la experiencia mística de la India, ni toda su tradición religiosa, sean falsas."
(fuente: enlace txt, página: 163)

Además, la sensación de absurdo surge precisamente por la diversidad de dogmas religiosos e imágenes rituales, lo que lleva a que cada fe afirme la exclusividad de su propia verdad, pese a que los representantes de todas las religiones comparten la misma seguridad subjetiva respecto a su rectitud. Como escribe otro autor:

"Esta multitud de religiones, a menudo excluyéndose mutuamente y siempre afirmando que la verdad reside únicamente en ellas, nos hace dudar primero de que exista verdad en cualquiera de ellas. La lógica en cuestiones de fe es impotente y la certeza subjetiva, evidentemente, resulta insuficiente. De hecho, todos los representantes de estas diversas religiones están igualmente seguros en su subjetividad y, sin embargo, consideran que solo su verdad es la auténtica. En otras palabras, solo por medio de sus estados subjetivos reconocen un significado objetivo."
(fuente: enlace txt, página: 158)

Además, los símbolos o imágenes llamativos y a menudo absurdos, característicos de algunas culturas religiosas, pueden provocar en el observador una sensación de ridículo. Por ejemplo, la imagen de un culto fálico o un símbolo poco convencional —comparado incluso con una rima infantil— sirve como un contrapunto visual adicional a la seriedad de los dogmas proclamados:

"El culto fálico. Lo miré —estaba tendido sobre su espalda, con la barba de cabra levantada hacia el cielo— y de pronto me pareció no Pan, sino un demonio. Durante al menos un segundo, experimenté lo mismo que sentían las personas al quemar a las brujas; pero fue la sensación de un absurdo monstruoso lo que me salvó."
(fuente: enlace txt, página: 190)

De esta manera, la esencia de las religiones puede interpretarse como el intento de la humanidad, a través de diversas tradiciones, de aproximarse a una revelación o verdad universal. Sin embargo, el exceso de certeza al afirmar la exclusividad de la propia fe y la presencia de imágenes y rituales que, desde un punto de vista racional, resultan incongruentes o incluso absurdos, llevan a que muchos perciban la religión como algo ridículo.

La Paradoja de la Búsqueda de la Verdad Religiosa

¿Cómo se puede interpretar la esencia de las diferentes religiones y qué conduce a la sensación de absurdo que provocan?