La Paradoja del Engaño Moral
En cada uno de nosotros se esconde una naturaleza polifacética, capaz de explicar las contradicciones más misteriosas. A veces, las personas que cometen actos ilícitos intentan demostrar una rectitud externa, participando activamente en la exposición de los criminales. Así se da la lucha interna entre la renuencia a reconocer la propia culpa y el intento de mantener la imagen de una autoridad moral, lo que se traduce en una retórica autodefensiva y en la ilusión de una justicia pura.Las profundas contradicciones internas llevan a que aquellos que ayudan a los criminales con sus consejos o apoyos lo hagan, a menudo, no por coacción, sino por rencor personal o por el deseo de obtener beneficio. Tales acciones se convierten en un claro ejemplo de cómo el beneficio personal y el anhelo de sentirse por encima de las acusaciones pueden ocultar la verdadera naturaleza de las infracciones cometidas.Al mismo tiempo, este fenómeno muestra la implicación general de los miembros de la sociedad en procesos donde la responsabilidad del crimen se distribuye de forma colectiva. La idea de que cada uno en este sistema carga con su parte de culpa nos hace reflexionar sobre cuán profundamente están entrelazadas las ambiciones individuales y los mitos públicos de la justicia en nuestra conciencia. El resultado de toda esta compleja situación es una tensión interna constante, en la que la demostración de la rectitud ayuda a mitigar la conciencia del propio papel en las infracciones, generando una persistente ilusión de inocencia del sistema.Así, la naturaleza dual de las acciones humanas y el afán por la pureza moral forman un simbiosis único, aunque peligroso, entre la responsabilidad personal y la moral colectiva, obligándonos a replantear las fronteras entre la legalidad y la falsa rectitud.
¿Por qué las personas a menudo colaboran en la búsqueda de criminales, incluso si ellas mismas cometen actos ilícitos?La respuesta puede explicarse por una compleja combinación de contradicciones internas, el deseo de mantener una imagen externamente “correcta” y el intento de distanciarse de su propia culpa. Es decir, incluso si una persona comete actos ilícitos, puede participar activamente en la denuncia de los criminales, tratando de crear la apariencia de objetividad o superioridad moral. Esto le permite, por un lado, justificar sus propias acciones mediante una retórica autodefensiva, y por otro, sostener la ilusión de que el sistema judicial permanece limpio, pese a su propia participación en las infracciones.Esta posición también se refleja en los debates, donde se enfatiza que quienes facilitan el crimen (es decir, aquellos que ayudan o brindan consejos a los criminales) actúan exclusivamente por malicia y beneficio personal, en lugar de hacerlo bajo circunstancias forzadas. Como se dice en una de las fuentes, «por facilitadores se deben entender aquellos que ayudan en el mismo secuestro, y por consentidores aquellos que no ayudan con hechos, sino que dan sus consejos y brindan cuidados, y de ese modo asisten a quienes cometen el crimen y los protegen. Porque quien secuestra a su propia esposa tiene un amor que lo impulsa a tal acto ilícito. Y quien facilita, o consiente, es mucho menos excusable, pues no tiene nada que lo haya obligado a tal acción impía, salvo su propia malicia...» (fuente: enlace txt).Además, en otra parte del material se subraya la implicación general de todos los miembros de la sociedad en tales procesos: «Claro, en esto todos tenemos la culpa… Por eso, todos somos responsables en esto…» (fuente: enlace txt). Esta frase refleja la idea de que incluso las personas que participan en las infracciones pueden justificar su comportamiento, al mismo tiempo que procuran participar en la denuncia de criminales, creando un efecto de reconfiguración colectiva de la culpa.Así, se puede afirmar que la colaboración en la búsqueda de criminales por parte de personas que ellas mismas infringen la ley es una manifestación de profundas contradicciones psicológicas, en la que la demostración externa de “rectitud” ayuda a ocultar o mitigar la propia culpabilidad.Supporting citation(s):"Al castigar a los secuestradores (???? ??????????) mediante la excomunión, la norma somete al mismo castigo también a los facilitadores (???? ?????????????) y a los consentidores (???? ?????????????): 'por facilitadores se deben entender aquellos que ayudan en el mismo secuestro, y por consentidores aquellos que no ayudan con hechos, sino que dan sus consejos y brindan cuidados, y de ese modo asisten a quienes cometen el crimen y los protegen. Porque quien secuestra a su propia esposa tiene un amor que lo impulsa a tal acto ilícito. Y quien facilita, o consiente, es mucho menos excusable, pues no tiene nada que lo haya obligado a tal acción impía, salvo su propia malicia...'" (fuente: enlace txt)"— Claro, en esto todos tenemos la culpa… Por eso, todos somos responsables en esto..." (fuente: enlace txt)