La Realidad Nace en la Conciencia

Imaginen un mundo que existe únicamente gracias a nuestra cuidadosa percepción, donde cada instante de existencia cobra vida solo a través de los actos de nuestra conciencia. Al comienzo, sentimos que cualquier fenómeno, ya sea un color vibrante, una sensación sutil o un pensamiento profundo, existe únicamente cuando está accesible a nuestra atención. Es en ese preciso momento cuando la conciencia otorga realidad a todo lo que se percibe, transformando una impresión fugaz en un hecho innegable de nuestro ser.

En el centro de esta idea se encuentra la noción de que la existencia del mundo que nos rodea no posee una entidad independiente fuera de la creatividad del alma. Esta concepción nos permite ver el mundo como un proceso dinámico en el que nuestra conciencia es el principal creador y sustentador de la realidad. Esto no solo resalta la naturaleza subjetiva de la percepción, sino que además abre un espacio ilimitado para una creatividad individual capaz de transformar lo cotidiano en algo único e inspirador.

En resumen, se puede afirmar que la verdadera fuerza del mundo reside en su unidad con nuestra conciencia. Cada acto de percepción y cada instante de existencia creativa revitaliza la realidad, convirtiéndola en algo verdaderamente mágico y en constante evolución. Esta perspectiva no solo desafía las ideas establecidas sobre una realidad objetiva, sino que también nos invita a ser nosotros mismos los creadores de nuestro propio mundo.

¿Qué se entiende por la idea de que todo el mundo existe en la conciencia? La idea implica que el ser del mundo se determina en el propio acto de la conciencia: lo que percibimos existe únicamente como un acto de la conciencia y no como algo independiente de ella. En otras palabras, la existencia misma de cualquier fenómeno depende de que este se constituya en la conciencia; es precisamente a través de dicho acto que se imparte realidad al contenido de los fenómenos mentales.

Tal como se señala en una de las fuentes: "Percibir un fenómeno y considerarlo existente es exactamente lo mismo. Toda impresión, todo sentimiento, todo deseo indudablemente existe, pero dado que existe solo durante el tiempo en que es percibido, es evidente que el ser pertenece propiamente no al contenido de los fenómenos mentales, sino únicamente a los actos de la conciencia" (source: 1265_6320.txt). Esto significa que, independientemente del contenido –ya sea un color o una sensación de placer–, el fenómeno existe únicamente porque está integrado en la conciencia activa.

En otra cita, el autor Skriabin afirma: "Todo lo que existe, existe en mi conciencia... El mundo es mi creatividad, que es solamente el mundo" (source: 1418_7089.txt, página: 134). Aquí se enfatiza que el mundo no posee una existencia independiente fuera de nuestro acto creativo de conciencia, siendo el resultado directo de nuestra actividad.

Además, esta idea se refleja en la declaración: "El mundo es conciencia, no la conciencia de Iván o de Pedro, sino la conciencia en general. No se produce, no es generado por una creatividad que surge de las profundidades del yo. Se da simplemente a la conciencia, dado en todas sus conexiones y en su totalidad" (source: 1290_6447.txt). Esta afirmación subraya que el mundo es una realidad dada a la conciencia, cuya existencia no depende de percepciones individuales, sino que se presenta como un fenómeno integral.

En conclusión, la idea de que todo el mundo existe en la conciencia radica en que la existencia de los fenómenos externos se define únicamente por su manifestación en la conciencia activa. El mundo no se percibe como una realidad objetiva e independiente, sino como el reflejo y acto creativo de nuestra conciencia.

Supporting citation(s):
"Esta conciencia del ser de los fenómenos mentales representa el contenido obligatorio de cada acto de la conciencia, de modo que percibir un fenómeno y considerarlo existente es exactamente lo mismo. Toda impresión, todo sentimiento, todo deseo indudablemente existe, pero dado que existe solamente durante el tiempo en que es percibido, es evidente que el ser pertenece propiamente no al contenido de los fenómenos mentales, sino únicamente a los actos de la conciencia." (source: 1265_6320.txt)

"Todo lo que existe, existe en mi conciencia, – escribe Skriabin. – Todo es mi actividad, que a su vez es solamente lo que produce. Por lo tanto, no se puede decir que el mundo existe. En realidad, el concepto de existencia, la esencia, no expresan en absoluto lo que constituye el mundo. El mundo (tiempo y espacio) es el proceso de mi creatividad, y la palabra 'proceso' (como concepto temporal) tampoco expresa lo que se necesita. El mundo es mi creatividad, que es solamente el mundo..." (source: 1418_7089.txt, página: 134)

"El mundo es conciencia, no la conciencia de Iván o de Pedro, sino la conciencia en general. No se produce, no es generado por una creatividad derivada de las profundidades del yo. Se da simplemente a la conciencia, en todas sus conexiones y en su totalidad." (source: 1290_6447.txt)

La Realidad Nace en la Conciencia

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