Esencia de la Seguridad: Fe, Comunidad y Confort
Cada uno de nosotros busca que la sensación de seguridad impregne cada ámbito de la vida. La verdadera sensación de seguridad surge cuando las convicciones espirituales proporcionan un apoyo sólido, permitiéndonos no dudar y avanzar con confianza incluso ante giros inesperados del destino. La fe interna puede convertirse en una poderosa fuente de valentía y determinación, transformando nuestra perspectiva y llenándonos de energía para avanzar hacia nuestros sueños.Pero la seguridad no es solo espiritualidad. También implica satisfacer las necesidades básicas de la vida, especialmente en períodos tan importantes como la infancia, cuando el sentido de “ser” desempeña un papel clave. Una base sólida establecida en los primeros años permite mirar al futuro con valentía y buscar no solo protección, sino también nuevas oportunidades para la autorrealización y el desarrollo.El apoyo colectivo es igualmente significativo. Cuando tienes a tu alrededor personas cercanas que comparten tus valores, sientes la certeza de que siempre habrá un apoyo en los momentos difíciles. El sentimiento de pertenencia a una comunidad crea una atmósfera en la que “los suyos” se convierten en verdaderos protectores, ayudándote a sentir fortaleza y unidad.Finalmente, el confort, tanto material como emocional, desempeña un papel crucial. Las condiciones que permiten vivir y trabajar cómodamente elevan el prestigio y hacen entender que mereces lo mejor. La persona moderna no busca solo placeres simples, sino que aspira a una armonía donde la comodidad y el respeto de quienes le rodean actúan como garantías adicionales de estabilidad.En conclusión, cuando los fundamentos espirituales, las necesidades básicas, el apoyo de los seres queridos y el confort se combinan, la persona adquiere una sensación única de seguridad que no solo le permite sobrevivir, sino también desarrollarse, superando los desafíos de la vida con energía y confianza en el futuro.¿En qué situaciones siente la persona una mayor seguridad y qué factores contribuyen a ello?La persona generalmente experimenta la máxima seguridad en situaciones en las que percibe que su vida está respaldada en múltiples niveles simultáneamente: espiritual, emocional, familiar y social. Ante todo, cuando las convicciones internas le brindan confianza y apoyo, como se evidencia en la descripción de la fe verdadera que permite no dudar siquiera ante las circunstancias más impredecibles. Por ejemplo, en uno de los textos se dice:"Que lo compruebe, ni siquiera se dará la pena de ir a verlo. Incluso viviendo a cien metros del mar y sin ver desde su casa lo que ocurre, no irá a verificar si es verdad, porque no duda. Sabe que para Dios todo es posible, que el poder divino no tiene limitaciones, y por ello nada más le interesa. Esa es su fe. Solo una persona verdaderamente creyente vive de verdad y es realmente un hijo de Dios. 'Geronda, no me siento seguro, tengo inquietud. Protégase en Dios, mi niña. ¿O solo conoces el cinturón de seguridad del automóvil? La seguridad de Dios te es desconocida?'"Además, la seguridad surge cuando se satisfacen las necesidades básicas de la persona, especialmente en la infancia, cuando la necesidad primordial de “ser” debe satisfacerse, dejando espacio para el desarrollo. Así se forma una base que permite, más adelante, no centrarse únicamente en la protección, sino aspirar al crecimiento personal. Se menciona lo siguiente:"Si se impone la necesidad de vivir, no se podrá controlarla de ninguna manera. Pero lo principal es recordar que existen dos necesidades primarias y deben coexistir. De las condiciones y del modo de crianza depende en gran medida cuál de las necesidades innatas se convertirá en la determinante... la peor mitad de la humanidad está excesivamente preocupada por su seguridad, mientras que la mejor se dedica a la necesidad de desarrollo."Asimismo, la seguridad colectiva juega un papel importante: el sentimiento de pertenencia a un grupo, saber que a tu alrededor están “los tuyos” y comprender que siempre habrá quienes te protejan. Esto se manifiesta especialmente en situaciones en las que la persona se siente parte de una comunidad donde se comparten y respaldan valores comunes:"Pero entonces, creció y salió al patio por primera vez. Ahora es el más débil, cualquiera puede dañarlo. Y ya no cuenta con la protección de su madre. Ahora necesita más que nunca un defensor, un protector, ‘los suyos’, ‘los nuestros’. Ahora la seguridad, en su forma más imperfecta, prevalece, y comienza un gran juego de toda la vida entre ‘los nuestros’ y ‘los que no son nuestros’, entre ‘los suyos’ y ‘los ajenos’, un juego dictado por la aguda necesidad de seguridad."Finalmente, el nivel de confort —tanto material como emocional— es fundamental. Las condiciones que posibilitan una vida y un trabajo cómodos, así como el aumento del prestigio, contribuyen a la sensación de seguridad, tal como se señala en la siguiente declaración:"Al ser preguntado, él respondió simplemente: 'Seguridad'. La comodidad es necesaria para todas las personas, pero para unas es para facilitar la vida y el trabajo, y para otras es para el prestigio: si vives de manera más cómoda, te respetan más y tú mismo te respetas más."De este modo, la mayor sensación de seguridad se alcanza cuando las convicciones espirituales proporcionan apoyo, se satisfacen las necesidades básicas, se cuenta con el respaldo de la familia y de una comunidad cercana, y se vive en condiciones que favorecen el confort y la estabilidad.