Más Allá del Yo: Redefiniendo la Adoración Divina
En la búsqueda contemporánea de significados espirituales es fácil sucumbir a la tentación de percibir a Dios a través del prisma de la experiencia personal y el apego emocional. Cuando nuestra concepción de lo Divino se reduce a "mi Dios", corremos el riesgo de transformar la profundidad de la fe en un reflejo de deseos personales, apegos y egocentrismo. Este enfoque facilita olvidar a Dios como un principio inclusivo y universal, lo que conduce a la pérdida del verdadero contenido espiritual.La raíz de este problema radica en la tendencia a la autoafirmación, cuando la adoración a Dios se convierte en la exaltación de uno mismo. En lugar de aspirar a la armonía con el infinito y el principio de unidad, empezamos a ver en lo Divino solo un reflejo de nuestras inclinaciones y necesidades. Esto empobrece nuestro mundo interior, dejándonos en la búsqueda de un sentido inestable, basado en aspiraciones personales y limitadas necesidades.En conclusión, es importante señalar que reconocer a Dios como un gran principio íntegro nos ayuda a trascender una visión egocéntrica y limitada del mundo. Al contrario, el verdadero despertar espiritual requiere replantear nuestras aspiraciones y apegos, para que en la adoración no busquemos un reflejo de nuestro propio "yo", sino el camino hacia lo infinito y el contenido universal de la vida.¿Cómo puede la representación individual de Dios reflejar manifestaciones de egoísmo personal?La representación individual de Dios, cuando se basa en una experiencia estrecha, personal y en un enfoque emocional hacia lo Divino, puede convertirse en un reflejo de las manifestaciones del egoísmo personal. En esa interpretación, Dios se percibe no como un principio universal y objetivo, sino como algo que pertenece personalmente al individuo —"mi Dios". Esto lleva a que el ser universal y verdadero sea reemplazado por la proyección de deseos, aspiraciones y hábitos propios, y como resultado, la adoración a Dios se convierte en la adoración al propio yo.Así, como se señala en una de las fuentes, "El hombre solo piensa que adora a Dios, pero en realidad adora a sí mismo, a sus deseos, a sus pasiones, hábitos, apegos. Se sirve a sí mismo, tiene todo para sí: una casa para él, un esposo para él, hijos, un trabajo y libros —todo solo para sí, solo la exaltación de sí mismo" (fuente: 9_44.txt). Aquí se observa claramente que el énfasis en lo personal en la relación con Dios se transforma en una forma de autoafirmación, donde el verdadero significado de los dones y relaciones se distorsiona por el amor propio y una necesidad limitada de afirmarse a sí mismo.Además, si Dios deja de ser percibido como un principio integral y abarcador, y se convierte simplemente en un reflejo de necesidades y aspiraciones personales, también sufre la esencia del individuo: "Si no existe un Dios como ser supremo, completo y armonioso, si Dios no es mi último amor, mi última meta, el objeto de todas mis aspiraciones, no es mío, entonces mi personalidad tampoco existe, quedando desprovista de un contenido infinito, vacía en sus aspiraciones, pobre en su soledad" (fuente: 1291_6450.txt). Esta afirmación subraya claramente que sustituir la verdadera comprensión de Dios por su percepción personal conduce a un empobrecimiento del mundo interior, reemplazando el contenido infinito de una experiencia religiosa profunda por un círculo estrecho de ideas egoístas.Así, la representación individual de Dios puede volverse una manifestación del egoísmo personal, si se fundamenta en la autoafirmación y en el deseo de exaltar el propio "yo" en lugar de reconocer y aceptar un principio objetivo e inclusivo que trasciende las necesidades y deseos individuales.Supporting citation(s):"El hombre solo piensa que adora a Dios, pero en realidad adora a sí mismo, a sus deseos, a sus pasiones, hábitos, apegos. Se sirve a sí mismo, tiene todo para sí: una casa para él, un esposo para él, hijos, un trabajo y libros —todo solo para sí, solo la exaltación de sí mismo." (fuente: 9_44.txt)"Si no existe un Dios como ser supremo, completo y armonioso, si Dios no es mi último amor, mi última meta, el objeto de todas mis aspiraciones, no es mío, entonces mi personalidad tampoco existe, quedando desprovista de un contenido infinito, vacía en sus aspiraciones, pobre en su soledad." (fuente: 1291_6450.txt)