Corrección en lugar de retribución: sanación moral y diferentes medidas de responsabilidad

En el sentido moderno, el castigo deja de ser un simple acto de retribución y adquiere una nueva profundidad como herramienta de curación moral. Aquí el factor decisivo no es el hecho de la privación del futuro criminal, sino la creación de las condiciones para su reeducación y transformación interna. Incluso en los casos en que algunos expertos están seguros de que las tendencias criminales son inevitables en ciertos individuos, el debate continúa: nadie puede determinar con certeza de antemano si una persona es incorregible. Es por eso que se necesita un enfoque que dé a todos la oportunidad de renovación moral, en lugar de excluirlos de la posibilidad de cambio.

Mientras tanto, en las tradiciones religiosas, las actitudes hacia ciertos actos, como la traición, pueden ser drásticamente diferentes. Aquellos que han perdido completamente el contacto con los valores espirituales y han renunciado a la comunidad se enfrentan a medidas más duras, destacando la diversidad de enfoques del castigo según la naturaleza de la ofensa.

Por lo tanto, la discusión moderna sobre el castigo no pone en primer plano el castigo en sí, sino el proceso de restauración y reeducación, dejando atrás la posibilidad de expiación incluso por los errores más graves, si solo las circunstancias permiten una revisión de las prioridades de la vida.
¿Todos los criminales y traidores reciben el castigo que merecen, o hay excepciones en este asunto desde el punto de vista de la moral y la religión?
Desde el punto de vista de los autores descritos, el castigo de un criminal no se define como una simple retribución o venganza, sino que se considera principalmente como una oportunidad para la curación y corrección moral. Por lo tanto, la idea no es privarlo incondicionalmente de ningún futuro, sino crear condiciones favorables para su reeducación. Como se señala en una de las declaraciones citadas, "De acuerdo con el verdadero concepto de castigo, su tarea positiva en relación con el criminal no es su tormento físico, sino la cura o corrección moral. Esta idea... evoca fuertes objeciones contra sí misma..." (fuente: 1259_6294.txt). Enfatiza que el verdadero propósito del castigo debe ser la influencia moral, y no el deseo de una retribución cruel.

Por otra parte, incluso si existe la opinión de que algunos criminales (por ejemplo, aquellos con inclinaciones hereditarias o innatas) no pueden ser corregidos en absoluto, otro autor argumenta: "La objeción de los antropólogos es la afirmación de que las inclinaciones criminales son innatas y, por lo tanto, incorregibles... Si sólo es posible admitir que algunos de los criminales son incorregibles, entonces nadie tiene la oportunidad y el derecho de decir de antemano con certeza si este criminal pertenece a estos algunos, y por lo tanto debe poner a todos en las condiciones más favorables para una posible corrección". (fuente: 1259_6294.txt). Es decir, incluso en el caso de duda sobre la capacidad del criminal para reformarse, es imposible decidir de antemano que sólo merece un castigo sin posibilidad de cambio.

En cuanto a los traidores, existen normas más estrictas en el contexto religioso. Por ejemplo, la regla de San Gregorio el Taumaturgo establece que aquellos que han perdido completamente su identidad y han cometido traición deben ser excluidos del número de oyentes: "... tales deben ser expulsados de la categoría de oyentes..." (fuente: 1934_10.txt). Se trata de una expulsión de la comunidad sobre la base de una pérdida total de la lealtad y de los valores espirituales, lo que implica un enfoque diferente de este tipo de actos.

Así, desde el punto de vista moral y religioso, no todos los criminales y traidores reciben la misma (y, por cierto, cruel) retribución. En primer lugar, se hace hincapié en la posibilidad de corrección y curación mediante la creación de condiciones óptimas para la reeducación, incluso si hay opiniones de que algunos individuos pueden ser incorregibles. Al mismo tiempo, en el caso de la traición, especialmente si se equipara a una renuncia total a los valores espirituales comunes, se pueden tomar medidas excepcionales debido a los preceptos religiosos.

Cita(s) de apoyo:
"De acuerdo con el verdadero concepto de castigo, su tarea positiva en relación con el criminal no es su tormento físico, sino la curación o corrección moral..." (fuente: 1259_6294.txt)

"La objeción de los antropólogos consiste en la afirmación de la naturaleza innata y, por lo tanto, incorregible de las inclinaciones criminales... Si sólo es posible admitir que algunos de los criminales son incorregibles, entonces nadie tiene la oportunidad y el derecho de decir de antemano con certeza si este criminal pertenece a estos algunos, y por lo tanto debe poner a todos en las condiciones más favorables para una posible corrección". (fuente: 1259_6294.txt)

"El 9 (8 según el libro. etc.) el canon de San Gregorio el Taumaturgo dice:... tales deben ser expulsados de la categoría de oyentes..." (fuente: 1934_10.txt)

Corrección en lugar de retribución: sanación moral y diferentes medidas de responsabilidad

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