El poder de la convicción y los peligros del pensamiento cerrado
En el mundo actual, la certeza de tener razón puede parecer una fuente de fortaleza, pero en realidad, plantea serias amenazas para el crecimiento personal y la comunicación significativa. Desde el principio, esta posición corre el riesgo de dar lugar a una división rígida entre "nosotros" y "ellos", en la que cada punto de vista no se ve como una oportunidad para el diálogo, sino que sólo refuerza las barreras de la incomprensión y la tensión. Este punto de vista a menudo se convierte en una confrontación irreconciliable, obligando a las personas a evaluar a los demás a través del prisma de sus propias creencias, un enfoque que inevitablemente genera conflictos y choques emocionales.Además, esta perspectiva unilateral limita la posibilidad de intercambios fructíferos y de comprensión mutua. Después de todo, cuando una persona está segura de que su camino es el único correcto, pierde la capacidad de escuchar y apreciar puntos de vista alternativos. Esto no solo interfiere con el desarrollo personal, sino que también afecta negativamente la educación de la generación más joven, donde los niños adoptan modelos de comportamiento basados en la intolerancia y la cercanía a la nueva experiencia.En resumen, podemos decir sin temor a equivocarnos que la verdadera fuerza reside en la capacidad de ser flexibles y abiertos, aceptando el derecho de cada uno a su propia búsqueda de la verdad. Al derribar las barreras de la categoricidad, construimos puentes de comprensión mutua, donde cada voz es importante y capaz de contribuir al diálogo general.¿Qué defectos se pueden reflejar en la creencia en la propia justicia?Creer en la propia rectitud puede conducir a varias deficiencias graves que se reflejan tanto en el mundo interior de una persona como en sus relaciones con los demás.En primer lugar, esa confianza da lugar a una división rígida entre "nosotros" y "ellos". Como dice una de las fuentes: "Muchos de ellos están irritados por esto, lo que los lleva a oponerse dura e irreconciliablemente entre "nosotros" y "ellos", para apelar a castigos y máximas. Pero la confianza en la propia rectitud no debe convertirse en un sentido de infalibilidad de uno. La intolerancia es un mal consejero. Esto indica que la creencia en la absoluta exactitud de los propios puntos de vista puede conducir a la intolerancia, así como a una tendencia a evaluar y criticar a los demás a través del prisma de las propias experiencias y creencias, lo que a menudo conduce a conflictos y malentendidos.En segundo lugar, esta posición puede limitar las posibilidades de diálogo y comprensión mutua. Como se señala en el apéndice de la misma fuente, "Cuanto mayores se vuelven los hijos, más independientes son de sus padres. No debemos tener miedo de esto y pretender que tenemos respuestas preparadas a todas las preguntas de la vida en nuestros bolsillos, pero por alguna razón no tenemos tiempo para obtenerlas a tiempo. Esto demuestra que el énfasis en el único punto de vista correcto obstaculiza el desarrollo de la capacidad de percibir y respetar otras opiniones y formas de buscar la verdad, reduciendo tanto la propia libertad como la libertad de los demás.Por lo tanto, la convicción de la única rectitud de uno puede reflejarse en:• Fuertes enfrentamientos ideológicos y emocionales ("nosotros contra ellos"), lo que provoca conflictos;• Falta de tolerancia, que lleva a la condena y el rechazo de opiniones alternativas;• Limitar la posibilidad de diálogo constructivo y comprensión mutua;• Transferencia de estas cualidades negativas a otros, lo que también puede afectar la educación de la generación más joven.Cita(s) de apoyo:"Muchos de ellos están irritados por esto, lo que los lleva a oponerse dura e irreconciliablemente entre "nosotros" y "ellos", para apelar a castigos y máximas. Pero la confianza en la propia rectitud no debe convertirse en un sentido de infalibilidad de uno. La intolerancia es un mal consejero. En primer lugar, muchas de las deficiencias (así como de las ventajas) de nuestros hijos son una extensión de nuestras propias cualidades, una consecuencia de nuestro propio estilo de vida". (fuente: 1345_6720.txt)"Cuanto mayores se vuelven los niños, más independientes son de sus padres. No debemos tener miedo de esto y pretender que tenemos respuestas preparadas a todas las preguntas de la vida en nuestros bolsillos, pero por alguna razón no tenemos tiempo para obtenerlas a tiempo. Sólo el que es autocrítico puede comprender al otro, reconociendo su derecho a la propia búsqueda". (fuente: 1345_6720.txt)