Las presiones sociales y nuestro yo interior

Nuestro comportamiento no es solo un reflejo de actitudes personales, sino una interacción compleja entre lo que sentimos por dentro y cómo nos perciben los demás. En un mundo donde cada momento está sujeto a las opiniones y expectativas de los demás, nos esforzamos por mostrar nuestro mejor lado ajustando nuestras acciones a las normas invisibles pero duraderas de la sociedad.

La conclusión es que los comportamientos que exhibimos en la familia, en el trabajo o en público a menudo corresponden no tanto a nuestra vida interior sincera como a cómo queremos aparecer ante los demás. No se trata necesariamente de un proceso consciente, sino más bien de una adaptación natural a los requerimientos dictados por la sociedad. La presencia de las opiniones de extraños nos ayuda a contener los impulsos negativos, lo que nos permite actuar más correctamente, incluso si las experiencias internas dicen lo contrario.

Como resultado, el hombre moderno se ve obligado a equilibrar entre los deseos internos y las expectativas sociales. Esta interacción constante de normas y actitudes personales crea un campo único en el que se moldean nuestras acciones. La conciencia de estas dinámicas puede ser la clave para una expresión más armoniosa y el desarrollo de una verdadera identidad propia en un mundo lleno de influencia mutua y expectativas indispensables.
¿Nos adaptamos a las expectativas de los demás o ellas moldean nuestro comportamiento?
Nuestro comportamiento está determinado tanto por nuestras actitudes internas como por la reacción de los demás hacia nosotros. En muchos sentidos, tratamos de estar a la altura de las expectativas de los demás, porque las opiniones de los demás ejercen mucha presión sobre nuestras acciones. Por ejemplo, un pasaje dice:
"Diré una cosa más: todas las acciones que aparentemente hacemos, en la familia, en la sociedad, en el servicio, constituyen nuestro comportamiento. Si miramos a nuestro alrededor, no podemos dejar de decir que, en general, nuestro comportamiento es en su mayor parte correcto. Pero si lo interno también está en orden, no podemos afirmarlo. Los ojos de los que nos rodean son fuertes y ejercen presión sobre nuestros diseños. Estos testigos nos obligan a no ceder al mal que surge en el corazón; Nos abstenemos del mal y nuestro comportamiento es correcto. Si no hubiera sido por ellos, nuestro comportamiento habría sido muy diferente. Y a menudo es así, siempre y cuando estemos seguros de que el ojo del extraño no nos verá..." (fuente: 1425_7120.txt).

Además, en la sociedad moderna, donde se establecen ciertas normas morales y sociales, una persona proyecta constantemente la reacción esperada del entorno en la situación y ajusta su comportamiento en consecuencia:
"En una sociedad civilizada, donde prevalece el sistema establecido de valores morales, la conformidad de un individuo se manifiesta en mostrar su mejor lado. En cada momento, una persona proyecta la reacción esperada del entorno en su comportamiento y se esfuerza por construir el comportamiento de manera que la reacción del entorno sea la más deseable para él. (fuente: 1348_6739.txt).

Por lo tanto, podemos concluir que nuestras acciones están moldeadas en gran medida por las expectativas de los demás. No se trata tanto de un ajuste consciente como de una adaptación natural a las condiciones sociales, cuando la vida interior y la autoconciencia de una persona interactúan con los requisitos y normas establecidos en la sociedad.

Cita(s) de apoyo:
"Diré una cosa más: todas las acciones que aparentemente hacemos, en la familia, en la sociedad, en el servicio, constituyen nuestro comportamiento. Si miramos a nuestro alrededor, no podemos dejar de decir que, en general, nuestro comportamiento es en su mayor parte correcto. Pero si lo interno también está en orden, no podemos afirmarlo. Los ojos de los que nos rodean son fuertes y ejercen presión sobre nuestros diseños. Estos testigos nos obligan a no ceder al mal que surge en el corazón; Nos abstenemos del mal y nuestro comportamiento es correcto. Si no hubiera sido por ellos, nuestro comportamiento habría sido muy diferente. Y a menudo es así, siempre y cuando estemos seguros de que el ojo del extraño no nos verá". (fuente: 1425_7120.txt)

"En una sociedad civilizada, donde prevalece el sistema establecido de valores morales, la conformidad de un individuo se manifiesta en mostrar su mejor lado. En cada momento, una persona proyecta la reacción esperada del entorno en su comportamiento y se esfuerza por construir el comportamiento de manera que la reacción del entorno sea la más deseable para él. (fuente: 1348_6739.txt)

Las presiones sociales y nuestro yo interior

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