Escúchate a ti mismo: cuándo es el momento de reconsiderar la comunicación
¿En qué situaciones te preguntas si vale la pena continuar un diálogo con una persona que no responde en un mensajero? Lo principal aquí es una comprensión sincera de los verdaderos motivos de uno. Si el deseo de comunicarse está dictado por la necesidad de expresar sus sentimientos y compartir sus pensamientos, y no por un intento de cambiar el comportamiento del interlocutor, es importante no trasladar la responsabilidad de la reacción a otra persona. Este enfoque te ayuda a ser honesto contigo mismo.Analiza el historial de tus conversaciones: si antes el diálogo se basaba en la atención y el interés mutuos, es posible que los retrasos en el tiempo no signifiquen una disminución del interés. Pero si la situación se repite sistemáticamente, vale la pena escuchar más profundamente las señales. Llevar a cabo la autorreflexión es un paso clave para comprender la situación. Pregúntate: ¿Los problemas de comunicación se deben realmente a ti, o es el reflejo de una actitud descuidada del otro lado? Una comprensión clara de tu propia contribución a la comunicación te permitirá evaluar si es razonable continuar las conversaciones, o si tal vez vale la pena dirigir la energía hacia una relación más recíproca.Por lo tanto, al analizar sus intenciones y dinámicas de comunicación, puede tomar una decisión informada. Confía en tus sentimientos y no tengas miedo de reconsiderar tus lazos en favor de una mayor comprensión mutua y sinceridad, después de todo, es este tipo de comunicación la que brinda la verdadera satisfacción.Si un conocido no responde en el mensajero, ¿qué criterios ayudarán a decidir si vale la pena continuar comunicándose?A la hora de decidir si seguir comunicándose con un conocido que no responde en un mensajero, es útil prestar atención a varios aspectos.En primer lugar, es importante analizar tus motivos internos. Si tu objetivo es expresar tus sentimientos o necesidades, en lugar de tratar de cambiar el comportamiento de tu interlocutor, entonces vale la pena recordar que "¡el mensaje en primera persona no se trata en absoluto de cambiar el comportamiento de la otra 1052_5255.txt!"En segundo lugar, debes evaluar objetivamente qué tan mutua era tu comunicación antes. Si en el pasado el diálogo se basó en el interés mutuo y la sensibilidad, es posible que las demoras en las respuestas sean temporales. Sin embargo, si hay una irregularidad sistemática o falta de respuesta sin explicación, esto puede indicar una falta de interés por su parte.Por último, se recomienda llevar a cabo la autorreflexión: la pregunta "¿Quién tiene el problema ahora, usted o el interlocutor?" puede ayudarlo a comprender si está exagerando la situación o, por el contrario, no ignorando las señales obvias. Este análisis le permite evaluar qué tan estables son sus expectativas y si está dispuesto a dar la oportunidad de restaurar el diálogo o dirigir mejor la energía a la comunicación con las personas para las que es realmente importante.Cita(s) de apoyo:"Le envío mensajes a mi esposo todo el tiempo, diciendo: '¡Extraño tu atención!', ¡y todavía se sienta todas las noches frente a la computadora! En respuesta, tengo que recordarle que el mensaje del yo no es en absoluto para cambiar el comportamiento del otro. Esto debe ser asimilado firmemente. Y, sin embargo, a menudo surge esa tentación". (fuente: 1052_5255.txt)"Primero, determinar quién tiene el problema ahora; ¿Realmente lo tienes? ¿Te sientes abrumado por los sentimientos? Luego, nómbralo a ti mismo. Ahora dígaselo a su hijo. PREGUNTA: ¿Y si el "mensaje en primera persona" no funciona? ..." (fuente: 595_2971.txt)Por lo tanto, si después de la autorreflexión y el análisis de la historia de la comunicación, llega a la conclusión de que sus intentos de expresar su posición siguen siendo poco constructivos, y la falta de respuesta se convierte en un elemento recurrente, sería prudente reconsiderar la necesidad de una mayor comunicación.