La paradoja entre cuidar a las personas y perseguir indicadores: cómo dejar de balancearse en este columpio
La mayor paradoja de los negocios modernos no está en absoluto oculta en diagramas complejos o escondida detrás de eslóganes de gestión de moda, sino que nos mira directamente a la cara donde "¡Las personas son lo principal!" choca frontalmente con "¡Duplica los indicadores a cualquier costo!" Cada gerente y empleado siente esta contradicción desde su propia experiencia. Si te centras en los resultados y sacas el máximo partido a tu equipo, la creatividad se desvanece y la motivación desaparece más rápido de lo que una taza de café en la oficina se enfría el lunes por la mañana. Pero al enfatizar el bienestar y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, las ganancias se vuelven tan confiables como un sofá inflable en una fiesta de puercoespines. Clásicos del género: hermosos sobre el papel, pero a menudo tristes, especialmente cuando se acercan los informes trimestrales.Está en todas partes. Cuanto más promueven las empresas la empatía y la flexibilidad, más pronunciada se vuelve la contradicción interna. La prensa pregona horarios libres y equipos felices, y dentro de los departamentos, corren un maratón de una fecha límite a la siguiente, dispersándose hasta que las ambiciones se disuelven en fatiga. Los KPI centrados en los resultados conviven con los eslóganes sobre la "estrategia humana", de la mano para romper el agotamiento. Los ejecutivos se balancean entre el deseo de complacer a los inversores y las llamadas "¡las personas son el principal activo!" Es como combinar un retiro de yoga de élite y un entrenamiento corporativo en el mismo día: el dolor está garantizado para permanecer, y no solo en el cuerpo.Es hora de admitir honestamente que arrastrar a la empresa entre estos extremos, con la esperanza de encontrar la armonía, es el camino hacia la mediocridad y la irritación, y la estrategia comercial está a punto de estallar en el primer trimestre estresante. Sigue estirando y los finos hilos del buche se romperán. Es una lástima que tal ruptura no traiga unas vacaciones tan esperadas, ¡sino que termine con un agotamiento masivo! (Hay una lógica extraña en esto: parece que la única manera de tomar un descanso es esperar a que todo el sistema colapse).¿Decisión? Es hora de escribir un nuevo capítulo, y una estrategia que no oscile entre los extremos. Comience con una autoevaluación despiadada: hágase preguntas ("¿Somos un equipo o solo un transportador?", "¿Es el resultado realmente lo más importante?"). Crear un entorno de equilibrio consciente y energético en el que la sostenibilidad y el cuidado de las personas estén entretejidos en el ADN de la empresa, en lugar de estar pegados a ella. La sostenibilidad financiera y el verdadero cuidado de los empleados no son una contradicción en absoluto: son dos motores que juntos elevan a la organización más alto.Basta de la agotadora oscilación entre el cuidado de las personas y la carrera por las victorias. Haz que el equilibrio sea el nuevo imperativo: mantén la tensión, aprovecha su energía y avanza con determinación y velocidad. No esperes a que aparezcan las grietas: desarrolla todo el sistema, no solo mejora los números. Crea un negocio en el que cuando el swing finalmente se incline, no sea porque el equipo se haya rendido, sino porque han encontrado una manera de volar juntos por encima de todas las expectativas.