Sinceridad y Redención: El Camino Hacia la Gracia Divina
Cuando hablamos de perdón y redención, es importante entender que la base de este tema reside en la sinceridad del alma. Según la opinión de los padres santos, el pecado que decidimos ocultar y no llevar a la luz se vuelve imperdonable, ya que le falta el derecho a un arrepentimiento completo. El reconocimiento abierto de nuestras faltas y la confesión sincera no son simplemente un ritual, sino un camino real hacia la gracia divina, que favorece la renovación espiritual y la purificación del alma. En este enfoque energético se percibe que precisamente la apertura ante lo Divino y la confianza en el acompañamiento espiritual son la clave para la redención, pues cualquier pecado del que hablemos honestamente puede ser perdonado a través de un verdadero arrepentimiento. Así, si cada uno de nosotros aspira a una transformación genuina, debemos recordar que solo al revelar nuestras experiencias internas abrimos la puerta a la misericordia divina y a la libertad interior.
¿Qué pecado se considera imperdonable ante Dios y cuáles son los argumentos que fundamentan tal juicio ético?La respuesta se basa en la posición expresada por los padres santos, según la cual se considera imperdonable precisamente ese pecado que se mantiene a propósito en secreto y no se confiesa. Es decir, todos los pecados que una persona reconoce y expía pueden ser perdonados, mientras que el pecado oculto, no confesado, es imperdonable, ya que en él falta la sinceridad ante Dios y la posibilidad de recibir la gracia a través de la auténtica confesión.Citas de apoyo:"Pregunta: ¿Cómo redimir el pecado imperdonable? Respuesta: Los padres santos dijeron: 'El pecado imperdonable es aquel pecado oculto y no confesado, todos los demás pecados son perdonables.' ¿Y cómo redimirlo? No somos nosotros quienes nos redimimos, sino que Jesucristo nos redimió. Y lo que se necesita para nuestra corrección (y no redención) debe ser indicado por el padre espiritual." (fuente: enlace txt)